Aquella lejana obsesión de Zidane, más cerca que nunca
¿Quién lo diría?¿Quién pensaría que este Real Madrid se vería tan cerca de la Liga hace apenas unos meses? ¿Quién diría que el Madrid avanzaría de nuevo esta temporada ganando en los difíciles campos de la Liga Santander? ¿Quién creyó en un equipo desahuciado, sin centrocampistas, envejecido y con poco juego en las botas? Yo se lo digo, Zinedine Zidane.
El franco-argelino, sin duda uno de los mejores de la historia con el balón en los pies, ha mostrado su firme candidatura a ser considerado uno de los mejores de la historia de los banquillos, y eso no es casualidad. Desde principio de temporada creyó en un equipo que se daba aires de haber vivido un pasado más glorioso que su presente, envejecido, vapuleado en la anterior campaña y sin ambición por volver a reinar. Y llegó con una varita, y convirtió a aquellas ranas en los príncipes que siempre fueron, y dejó claro que cuando se propone algo, el resto de equipos del mundo solo pueden limitarse a mirar y aplaudir. Su obsesión era la Liga. Una que se le había resistido estos años en varias ocasiones y que dejó claro antes de comenzar la temporada que era primordial. Y parece estar muy cerca de lograrlo.
Para colmo, un equipo que estaba muerto en la Champions League, esa cuyo nombre estará siempre unido al del mánager francés, podría volver más fuerte que nunca, a un estadio hostil pero vacío, y contra un equipo al cuál dominó durante 88 minutos en el partido de ida. No lo olvidemos, con la Liga ganada, un Real Madrid sólido y sin la presión de un año en blanco, debería ganar por 2 a 0 a un equipo sin la misma suerte y con un camino irregular en Premier League.
Ganar la Liga del Coronavirus será un hecho histórico, directo a la colección de Zizou, que dejaría a muchos con la boca abierta, y a muchos otros con la boca cerrada.