Bale está viviendo una caza de brujas

Gareth Bale ha tenido una época brillante pero con muchas sombras en el Real Madrid. En sus primeras tres temporadas fue el jugador más destacable junto con Cristiano Ronaldo. Para el recuerdo quedará su carrera con Bartra en Mestalla y el segundo gol de Lisboa en la final de la Décima. Tras todos los triunfos y gestas a nivel personal, empezó a ser el chivo expiatorio de gran parte de la prensa. El galés tiene mejor media goleadora que algunos ilustres del madridismo como Raúl. El jugador promedia alrededor de un gol cada dos partidos en el conjunto blanco algo al alcance de muy pocos. Es cierto que se ha perdido gran parte de los partidos desde su llegada allá por 2013, pero también es verdad que cuando ha estado al 100% muy pocos le pueden igualar en prestaciones. 

Cuando las cosas han ido mal para el Real Madrid Bale ha sido el eje de todas las críticas. Su afición por el golf, su escasa relación con sus compañeros y su falta de profesionalidad al no ver partidos de sus compañeros, le han situado en el centro del huracán de las críticas. Al galés le encanta el golf, y buena prueba de ello es que de camino a los partidos ve en directo a través de su móvil algunos torneos importantes. ¿Qué hay de malo? Muchos jugadores hacen lo propio con su serie favorita o simplemente escuchando música.

La relación con sus compañeros si que supone realmente un problema, aunque tomando otros ejemplos no tanto. Rio Ferdinand reconoció no tener relación con Cristiano Ronaldo cuando este militaba en el Manchester United. ¿El resultado? Innumerables títulos con los 'red devils', algo calcado a la situación del galés en el conjunto blanco. La profesionalidad del galés no está en entredicho. Siempre ha dado todo en los entrenamientos y cuando ha estado disponible ha intentado cumplir dentro del terreno de juego, como la mayoría de sus compañeros de equipo.

En definitiva, Bale debe mejorar en muchos aspectos, pero no es el único culpable de la crisis de resultados del conjunto blanco.