Benzema y Bale en el punto de mira; Mourinho, su prueba de fuego

Los últimos años no han sido más que un tópico protagonizado por el Real Madrid y el Sevilla, asiduo vencedor de la Europa League. Sin embargo, un nuevo desafío se cierne sobre la capital, un nuevo rival, el histórico Manchester United de José Mourinho. Las expectativas del partida son muy altas, el luso contra su ex-equipo, motivo por el cuál la victoria del equipo blanco resultaría más satisfactoria para muchos. Mourinho ha conseguido conformar a base de talonario un equipo competitivo que muestra indicios de la gran vuelta de los 'red devils'. Dejando atrás la actuación del Real Madrid en la International Champions Cup, es menester recordar ue no se trata de un mero partido amistoso, sino de un partido oficial por el primer título de la temporada, el que puede dar pie al sextete, o bien a que Mourinho consiga resarcirse de su rencor hacia los blancos. El Real Madrid no puede permitirse el lujo de la derrota, menos aún si partimos del hecho de que apenas cinco días después volveremos a vivir un Clásico, no de aquellos en que no se juzga el resultado, sino de aquellos que quedan para el recuerdo, la Supercopa de España.

La situación de Gareth Bale en el Real Madrid, se podría decir que casi pende de un hilo. Está en el punto de mira, cada vez más juzgado por sus desapercibidas actuaciones. Los próximos títulos, Supercopa de Europa y de España suponen una prueba de fuego para el galés que puede determinar su futuro en el club. Mientras Zidane se dedica a ofrecer oportunidades a Bale, el jugador tan sólo se limita a desaprovecharlas, y aún así es concienzudo en su deseo de permanecer en el club. Su forma física deja mucho que desear, y jugadores como Asensio emergen de forma fulgurante llamando a la puerta de la titulaidad, o que sitúa al galés en una encrucijada entre su presente, el Real Madrid, y su posible futuro, el Manchester United. Por consiuiente, siempre y cuando se concrete su titularidad ante el Manchester, dicho partido es de vital importancia para su porvenir. 

En cuanto a Benzema, su futuro parece claro, permanecerá en el Real Madrid. Su situación tiene un ápice de semejanza a la de Bale. La cuestión del francés no incurre en una falta de forma física, sino en una falta de participación colectiva, esto es, desaparece en los partidos, su presencia en gran parte de los encuentros se torna invisible, o por lo menos eso ha mostrado en la pretemporada. El peso que debería ejercer en los partidos, su presencia como referencia en la punta del ataque del Madrid, deja mucho que desear. Zidane apuesta por él, muestra de ello es la salida de Morata por falta de minutos, pero de forma estricta, las sensación es la siguiente, para qué se va a esforzar Benzema, si siempre va a ser titular. Es la diferencia entre trabajoy calidad. Si Benzema quiere ganarse a la afición, y que las opiniones sobre él no se fundamenten en que es compatriota de Zidane, motivo de su titularidad, debe ofrecer más al equipo, debe aunar más la calidad que posee con el trabajo en el campo, que las titularidades no se queden en meros números estadísticos, debe ser el gran nueve del Madrid. Las ofertas de que dispone son jugosas y atractivas, de la Premier mayormente, pero nadie quiere abandonar el mejor club del mundo, y para ello, hay que ganarse a su gente, el escudo. 
De Skopje al Santiago Bernabéu pasando por el Camp Nou, dos títulos en juego, la oportunidad idónea para dos jugadores en el punto de mira que subyacen a sus tímidas actuaciones, Bale y Benzema, la BBC en crisis.