El recambio de Casemiro está en LaLiga y no debería ser Camavinga
Si hay una posición en concreto que al Real Madrid le urge reforzar por encima del resto es la del pivote defensivo. Ahí lleva tiempo sin tener relevo Carlos Henrique Casemiro, que mantiene al equipo apretando los dientes cada vez que se pierde algún partido. El club intentó paliar ese 'debe' el verano pasado tratando de conseguir la histórica firma de Camavinga, pero no se llevó a efecto y el bisoño francés tampoco es el ideal por varias razones.
La principal es que al igual que Valverde, hace más las veces de interior. Y en caso de jugar más retrasado, se siente más arropado si comparte la posición con otro futbolista, que en el Rennes suele ser con N'Zonzi. Además, su efecto viral del año pasado se ha diluido estrepitosamente. Cuando se esperaba que la histórica clasificación del equipo bretón para la Champions supusiese su trampolín definitivo, el paso de los galos por el máximo certamen continental fue de puntillas, como está siendo el del jugador por el curso actual. Flor de un día.
Lo positivo es que su millonario e irreal precio se verá reducido, pero aún así seguirá siendo prohibitivo por un mercado inflado y por el marketing que despertó el centrocampista. Un gasto innecesario y más teniendo en cuenta que de lo que se trata es de otorgar profundidad a la posición, no de darle la titularidad indiscutible al nuevo huésped.
Por eso, Renato Tapia es el ideal. El centrocampista peruano del Celta de Vigo tan solo tiene 25 años y está dando una auténtica lección de poderío en LaLiga. De hecho, el Real Madrid lo pudo observar con sus propios ojos antes del parón con su visita a Balaídos. Si el ex del Feyenoord gustaba, seguro que a partir de ese día grabaron a fuego su nombre en la agenda. Sin hacer ruido, el pivote de Coudet, que sí es un homólogo de Casemiro, está sosteniendo al escuadrón olívico en la medianía.
Es el máximo recuperador del campeonato doméstico y ante los blancos, que amenazó varias veces en el partido con abandonar por unas molestias que se originaron en la primera parte, lo terminó y dio toda una lección de poderío físico, colocación y todas las virtudes que se le presuponen a un centrocampista defensivo. Llegó libre a Galicia y su contrato no acaba hasta 2024, pero con un valor actual de 20 millones, su fichaje puede ser accesible para el poderío económico de un transatlántico como el Real, máxime cuando la naturaleza del refuerzo no exige un dispendio de fuegos artificiales.