La fórmula para sacar a Haaland del Dortmund

La pausa a la que el coronavirus ha sometido al balompié mundial planteaba una duda con Erling Braut Haaland. Tras meses de vinculaciones con el Real Madrid, existía escepticismo sobre su segunda puesta de largo con el Borussia Dortmund, la tercera ya esta temporada. Al fin y al cabo, estamos ante un imberbe de 19 años...que sin embargo ha demostrado una madurez impropia de su edad. No necesitó ni media hora para guiar a su equipo hacia una goleada que, sin enmarcar, no se entiende: era el derbi del Ruhr ante el Schalke 04, con más de dos meses de asueto forzado mediante y sin el calor de uno de los públicos que más decibelios emite, el del Signal Iduna Park. Haaland obvió el contexto y volvió como si nunca se hubiera ido, ni él ni el fútbol, y demostró una vez más que es un virtuoso autodidacta en la privilegiada suerte de ver portería en la élite.

Entretanto, el Real Madrid observaba desde la distancia, un ojo que quedó tan o más satisfecho de lo que ya estaba. Haaland ya no sorprende a nadie, y en tiempos donde todo es cada vez más precoz, jugadores que desafíen a su fecha de nacimiento como es su caso o el de Mbappé son a los que más prosperidad les aguarda, porque incluso en coyunturas de crisis como la que asola, siempre tendrán varios pretendientes apaleándose por llegar primero. No es ningún secreto que el Real los quiere a ambos como adalides de un mañana exitoso, y la lógica -que no siempre se cumple- dice que el ex del RB Salzburg llegará primero. Entre otras cosas, por el panorama que se dibuja actualmente y por la manida cabezonería del PSG. No obstante, tampoco será coser y cantar el trasvase del escandinavo a la capital de España.

La pandemia ha empinado los planes del Madrid, que además de la congelación de sus ingresos, debe aligerar el capítulo de ventas. Como hace un año, deberá carearse con un verano que le plantea una plaga de 37 activos en plantilla, y por muchos de ellos no será fácil obtener un rédito económico. Tanto por su rendimiento como por el azote del virus, que ha lastrado todavía más a otras entidades. Asimismo, se quiere reforzar el pivote, y la cláusula que tasa a Haaland en 75 millones no entra, presuntamente, hasta enero de 2021, lo que se traduce en que este verano costará más y su fichaje puede ser inasumible. Un movimiento que puede convencer a los alemanes puede ser el del rudimentario pero efectivo trueque. En esas, Jovic podría ser una buena opción como contrapartida, pues encaja de lleno en la política teutona: es joven, y además sabe lo que es encañonar las porterías de la Bundesliga por su pasado en el Eintracht. Empero, en Chamartín siguen confiando en él y seguramente goce de un voto de confianza que hasta ahora no ha tenido. Todo apunta a que en Renania del Norte-Westfalia se pondrán socarrones si los blancos se impacientan cuando el calor apriete. El dilema es echar el resto por el '17' de las abejas al término de la temporada, tirar de cambio de cromos...o esperar a 2021.