Nacho, Morata y la paciencia: el arte de saber esperar el momento
Los caminos del Real Madrid y Álvaro Morata parecen destinados a bifurcarse. En boca de su agente, Juanma López, el delantero madrileño comunicó recientemente a las altas esferas blancas su férreo deseo de marcharse con la intención de disputar, no solo más minutos, sino también de mejor calidad. Ya que Zidane apenas ha contado con él en los envite clave de la temporada. Morata tiene 24 años y toda una carrera por delante. También sabe de su calidad, de su insaciable ambición, y que goza de un privilegiado lugar en el escaparate europeo merced al gran provecho que ha sacado de los escasos minutos disputados con el club de su corazón. La presencia de Morata es sinónimo de gol por partido: ha anotado 20 tantos en 1.794 minutos. Uno cada 89 minutos de promedio. Superando los 17 goles de su rival por el puesto, y protegido de la plantilla, Karim Benzema, firmados a lo largo de 2.890 minutos de competición. La situación dibujada es esa, Zidane, sabedor del gran porvenir de su delantero y de su amor por el blanco, le ha pedido paciencia, que sepa esperar su momento, que llegará.
Un momento que sí supo esperar, y sobre todo agarrar, su compañero y amigo Nacho Fernández. Un espejo donde mirarse. El eterno canterano blanco se ha asentado en el club de su vida a base de humildad, trabajo, tesón, constancia, y sobre todo paciencia, algo que no está sabiendo espolvorear a su receta para la titularidad Álvaro Morata. El chico para todo de Zidane ha tardado cuatro años en ganarse un rol importante en el equipo, desde 2013 que ascendió al primer equipo con Mourinho, hasta convertirse en el segundo central esta temporada para el entrenador francés, ante las recurrentes lesiones de Varane y Pepe, sus competidores. Nacho ha sabido sobreponerse a las circunstancias, desde pasar por la derecha a centrales de talla internacional y con mayor experiencia, a quitarse el sambenito de chico que siempre cumple para ponerse el de opositor a central titular del Real Madrid. El soldado Nacho sube de rango por méritos propios. Se propuso un reto mayúsculo, adoptó un gran riesgo dejando pasar el tren de la Roma, pero la paciencia, árbol de raíces de amargas, sabe recompensar con su dulce fruto a quienes la cultivan. El fruto del cariño y reconocimiento del Bernabéu por un futuro capitán blanco engendrado en su totalidad en los hornos de la factoría merengue de Valdebebas. Una recompensa que le llega a sus 27 años.
Así , en este escenario, irrumpe el Manchester United, con un especialista en cantos de sirena ante jugadores dispuestos a verse tentados. Ya lo hizo Mourinho con Pogba el año pasado, millonada mediante. Y eso espera hacer el Real Madrid, que espera sacar en torno a 80 millones de € por su delantero suplente. Un suplente enamorado de su equipo, pero al que su particular monstruo de la ambición parece haber devorado a la paciencia. Mourinho le ofrece ser el cabeza de cartel en cada función de todo un Teatro de los Sueños. A un lado, el amor platónico y una vida soñada idílica, pero repleta de incertidumbre. A otro la posibilidad de ser feliz, pero alejado de lo que un día soñaste. El canterano ya tiene los ejemplos frsutrados de Di María y Özil. Morata, tienes la decisión en tu mano. Armarte de pacencia y luchar por un sueño u optar por el camino fácil, el éxito barato.