Turno de ‘Il Due’: alas para el Madrid

Red Bull para el Madrid cuando más falta le hace al equipo blanco, cuando más lánguido estaban los de Zidane. Vuelve el jabato, el mayor exponente de La Fábrica, el niño que puso la primera piedra. El Madrid volverá a tener alas para volar sobre terreno inexplorado: la pradera del Wanda Metropolitano, guarida del rival vecino.  

No pueden fallar los madridistas en rodeo ajeno, donde les espera torazo. Torazo montado por Simeone, homónimo que se le atraganta clásicamente a Zinedine. Únicamente consiguió ganar con solvencia en la ida en el Calderón, en una lección táctica que sorprendió  a un estratega como el Cholo, con un 4-4-2 que liberó a Bale y Cristiano; y en la ida de Champions en el Bernabéu. Ambos con el portugués desatado. Ambos con un denominador común: el buen estado de forma y la inspiración de los laterales, claves en el actual esquema empleado por Zidane, protagonizado por el rombo en el centro del campo, que ahoga al equipo por el centro y otorga importancia crucial a los laterales, que en este caso se visten de extremos para ocupar zonas de ataque. Ahí aparece la figura de Dani Carvajal, que parece que partirá en el once inicial del técnico francés.  El de Leganés, madridista de corazón, lleva preparando el derbi a conciencia desde el pasado 4 de noviembre. Tanto los servicios médicos como Zidane han cuidado a Dani como lo que es: oro en paño para este Madrid y para este crucial duelo.

Zidane sabe que los rojiblancos buscan hacerse fuertes por zonas interiores. Lo más probable es el intento de dominio de la posesión a través de Kroos y Modric y buscar las apariciones en vuelo de los laterales, con Isco como verso libre. En eso Carvajal es un maestro. El Madrid está pecando en los últimos partidos del pase al pie y del juego en estático. Tanto el madrileño como Marcelo, en alarmante estado de forma y que puede dejar su sitio a un Theo que está como un avión; deben dar alas al Madrid apareciendo desde atrás y buscar el pase en profundidad para sorprender al Atlético. Eso no hay forma de frenarlo, y Zidane lo sabe. El francés y el madrileño recuperan la sonrisa. Carvajal ve la luz al final del túnel, ahí tienes tu recompensa: un derbi histórico.