Un año del fin de ciclo. Un año (d.C)

El Real Madrid mandaba en el mundo. Con Zinedine Zidane al mando y Cristiano Ronaldo señalando el camino de un barco que surcaba con gran facilidad los campos más difíciles de Europa. Múnich, Turín, el Wanda, el Liverpool, Milán, Cardiff...Intratable. Todo era ilusión, "nunca se va a acabar", decían. "Una y otra vez", cantaban. Hasta que llegó el día. Los rumores se confirmaron y Cristiano Ronaldo dejaba el Real Madrid como un padre deja a su hijo en su primer día de colegio. 

Diez de julio de 2018, a las 17:30 horas de la tarde y con unos 35 grados de temperatura, el Real Madrid hizo oficial el comunicado" Cristiano Ronaldo deja el Real Madrid", para más tarde, irse a la Juventus de Turín. Los madridistas despedían con rabia al que había sido su grito, su lágrima, su celebración y su todo en los últimos nueve años. Admiración, desesperación y críticas de los fieles seguidores blancos, sin saber, que lo que iba a venir después, iba a ser una agonía con título de libro de Paulo Cohelo: "Crónica de una muerte anunciada".

El máximo goleador de la historia blanca (451 goles anotó en 438 partidos) se iba por la puerta de atrás. Tras ello, el barco comenzó a naufragar como si del Titanic se tratara. Primero Lopetegui, después, Solari y por último, Zidane, demostraron que el Real Madrid estaba huérfano, el portugués no había sido un jugador más, sino el jugador. Cuatro balones de oro, cuatro Champions y dos Ligas, entre otros títulos, le hacen ser el mejor jugador que ha pasado por la plantilla blanca, sólo comparable con la Saeta, Don Alfredo Di Stefano. 

365 días que han revuelto las oficinas del Santiago Bernabéu. De no necesitar un sustituto para Cristiano, a gastarse más de 200 millones de euros en los Hazard, Jovic y posiblemente, Paul Pogba. Florentino ha pasado de ser querido a que la afición pidiera su dimisión, Zidane ha creado las primeras dudas y la afición espera que el segundo año (d.C) sea mucho mejor que el anterior. Los comienzos nunca fueron fáciles, pero sin Cristiano, el Madrid tiene que comenzar un nuevo ciclo. Un año del fin, acaba el primer año (d.C)