Ya era hora de que cayera el City...y ahora falta el PSG

15.02.2020 17:00 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
Ya era hora de que cayera el City...y ahora falta el PSG
Bernabeudigital.com
© foto de Antonello Sammarco/Image Sport

Ayer viernes, el mundo del verdadero balompié sonrió. Un club como el Manchester City, atrincherado tras el estado catarí para financiarse todos los caprichos, fue castigado con su expulsión de la Champions durante las dos próximas temporadas, obligándoles además a abonar una multa que asciende a los 30 millones de euros. Por si el varapalo más que infligir dolor hiciera cosquillas, los 'skyblues' se enfrentan a un posible descenso hasta la League Two, cuarta división inglesa. De no progresar el recurso que interpondrán los 'ciudadanos', el éxodo en la plantilla será inexorable. Un mazazo que llega en una fecha clave y que puede tambalear la moral mancuniana de cara al balón estrellado. Desahuciados en Premier, los de Guardiola fían todas las fichas a la competición fetiche de su rival en octavos, el Real Madrid.

Después de años de dispendio que han mancillado el nombre de una de las mejores ligas del mundo -por no decir la mejor- como es la Premier, la dictadura del dinero podría tocar a su fin...pero no nos olvidemos del PSG. La UEFA ya hizo ademán de buscar una pena para los franceses, pero los galos se aferraron a la treta del 'fuera de tiempo' para salvar su tiránico imperio. Sin embargo, movimientos de dudoso compromiso con el 'Fair-Play Financiero' como los que llevaron a Neymar y Mbappé a la 'Ciudad del amor' ponen en jaque a un equipo que ha extinguido la emoción en la Ligue 1 francesa, incomprensiblemente considerada a día de hoy como la quinta mejor liga del mundo. Si en Mánchester han caído, también debe tropezar el París Saint-Germain, lo que haría más accesible el fichaje de Mbappé por el Madrid. El fútbol es tan grande que pese a las astronómicas cifras invertidas, puede dejar a estas 'empresas' antideportivas sin su mayor ambición: la Champions. Y para colmo, solo hace perder potencial económico a los magnates que hay detrás bañados en fajos manchados.