Al City le ha tocado la perita en dulce

15.04.2016 20:30 de  David Marcos  Twitter:    ver lecturas
Al City le ha tocado la perita en dulce
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¡Qué suerte ha tenido Pellegrini! ¡La primera vez de su historia que llega el City a semifinales y encima le toca el rival más fácil de los tres que había! Al menos eso se pensaba el jueves por la mañana, cuando todos daban por sentado que Bayern, Atlético y City estaban por encima de Madrid en cuanto a fútbol. Sin embargo, fue llegar el viernes y ya nadie pareció acordarse. Salió la papeleta del City, y justo después la del Madrid, y ya empezaron las justificaciones de siempre, que si bolas calientes, que si le ponen en bandeja poder llegar la final, que si siempre le tocan los rivales más simples...

Lo que sí que siempre es igual son los argumentos tras los sorteos de Champions. El año de la Décima, el Madrid llegó a la final eliminando a tres alemanes. Primero el Schalke, que era un equipo de barrio, luego el Dortmund, que aún siendo el finalista de la anterior edición, se dijo que llegaba con muchas bajas y que era el peor Dortmund de los últimos años. Luego en semis, cayó el Bayern. Fue la primera vez que se dijo que al Madrid le había tocado el rival complicado. Al menos hasta le despachó de tal forma que se acabó diciendo que la clasificación a la final de Lisboa fue ¡por errores de Guardiola!. No, miren. Dejarles 180 minutos sin una ocasión realmente clara y con un marcador global de 5-0 no es demérito de Guardiola. Hasta en la final de Lisboa se destacó antes al perdedor que al que levantó su décima Copa de Europa. 

Ya está bien de querer justificar cualquier triunfo del Madrid actual rebajando el nivel de su contricante. Los equipos que se encuentran entre los cuatro mejores de Europa están ahí por alguna razón. Y los que no, pues que se dediquen a Periscopear o a lo que les guste hacer en su tiempo libre, que ahora tendrán mucho viendo el descalabro que han sufrido en dos semanas. 

David Marcos
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David Marcos
Conmigo quién quiera, contra mí quién pueda". Un día me hice seguidor del Real Madrid y desde entonces he disfrutado de pasillos, carreras eternas hasta el banquillo para celebrar un gol o voleas gloriosas. Sin embargo, siempre queda en el tintero todo aquello que el tiempo no te ha dejado disfrutar. Por los que se fueron, que no volverán, pero jamás se marcharán.