Cristiano es Real Madrid
No hay duda alguna de que la historia del Real Madrid la cambiaron dos nombres: Bernabéu y Di Stéfano. Ambos establecieron, juntos, lo que pasó a llamarse los valores del madridismo. Una serie de características, con el único fin de ganar, fueron y serán utilizadas a favor y contra el Madrid.
Valentía, pasión, entrega, lucha, morir en el campo, cierto grado de chulería, emoción, exigencia, talento y goles. Sobre todo goles. Bernabéu y Don Alfredo, juntos, representaban estos valores. Estos dones que hicieron al Madrid Real.
Muchos vinieron después que de alguna manera y otra representaban uno o varios de estos adjetivos. Amancio, Juanito, Butragueño, Hierro, Raúl, Zidane... Jugadores de la más alta clase que hacían vibrar a toda la afición con algunas de las ya citadas cualidades.
Pero han tenido que pasar 50 años para que un hombre, aunque a veces parezca un cyborg, vuelva a encarnar todos y cada uno de los verdaderos valores del Madrid. El partido contra el Wolfsburgo (que si que era el más débil de los cuartos pero ¡oigan, que esto es la Champions! ) ha servido para dejar claro que Cristiano es el Real Madrid.
Con la valentía, pasión y entrega de Hierro y Raúl; con ese morir en el campo, emoción y la exigencia de Amancio y Juanito; con el talento de Zidane y el 'Buitre' y con la chulería que desbordaban Bernabéu y Don Alfredo... Cristiano ha logrado volver a reflejar estos valores en un solo jugador, en un solo profesional. Porque Cristiano alza a profesión lo que algunos llaman solo juego.
Cristiano, exigido, criticado, odiado y galardonado como el equipo de la Castellana. Cristiano es Real Madrid.