Del Bosque dimisión y su corte abdicación

Una nueva España se avecina. El día que Felipe VI se enfundaba la corona de nuestro país, la Selección que hizo soñar a este despertaba del sueño como el despertador de un mancebo el 15 de septiembre con el nuevo curso. España abandona Brasil de la peor manera posible y hay hombres directamente señalados, el primero el entrenador.

Vicente del Bosque, que hizo de España una campeona del Mundo gracias a la labor de Luis Suárez, ha planificado este Mundial desde la autogestión del vestuario. Desde la lista, pasando por la patética organización de la preparación, hasta el punto de que en 180 minutos el equipo no haya mostrado ningún ápice de hombría. Para un servidor la Furia, no la Roja, siempre iba con la cabeza levantada. Luis Aragonés supo dotar de fútbol y personalidad a esa Furia.

Pero eso se acaba y para ello está una selección sub21 que ha enamorado a todo el mundo y su esencia debía haber estado en este Mundial. Es incomprensible que Isco, Carvajal, Iñigo Mártinez y Koke no hayan tenido peso en España en este Mundial y más viendo el ritmo, cansancio y forma física con la que algún que otro 'intocable' llegaba. Como le pasó en el Madrid, Del Bosque no es capaz de llevar al matedero a ciertas vacas sagradas en momentos decisivos. 

La España Cañí, que cuando habla de vacas sagradas se transforma automáticamente en India, no comprende que la mejor forma de rendir a este grupo de jugadores era que no hicieran el ridículo en el Mundial más importante de la historia. Xavi, Casillas, Xabi, Villa y compañía han demostrado que ya no son esos clavos ardiendo a los que España se podía agarrar, pero es que eso ya se sabía en febrero y no en julio.

Que era completamente obligatorio un cambio generacional lo sabían hasta en la palapa de Supervivientes, dónde alguno de España no había aguantado ni una puesta de sol. Esta selección ha pasado de presente a leyenda de una manera tremendamente cruel. Como hizo Francia en 2002, España ha sido víctima de su éxito y de la mala gestión de las viejas glorias.

Ahora es el momento del cambio, y no hablo de Pablo Iglesias válgame el señor. Es hora de que un nuevo capitán cree un buque nuevo con jóvenes tripulantes ansiosos de vencer en terreno hóstil. De demostrar que las rutas que abrió la marinería de Luis Aragonés no se perderán y para eso es obligatorio una abdicación del Marqués y de su corte de hidalgos que le ha llevado a la tumba de nuestra selección.

autor

Alejandro López

De la cosecha del 91 emergió un apasionado periodista del deporte en general y de la portería y del aro en particular. Pasé por Onda Cero y Ocio Radio. El objetivismo no existe. Mi opinión, singular, directa y sin tapujos. "The Special Two".