El contragolpe

Así visto sin más, la palabra 'contragolpe' suena a película américana de ladrones de bancos. Si desarticulamos las dos ráices de la palabra contra uno se da cuenta de que la primera, con-, proviene del latín kom (cerca de, junto) y el sufijo -tra se utiiza para formar sufijos como extra- (extraordinario). Es decir, la expresión contra, tan sólo por su etimología, nos lleva a acercarnos a algo que puede estar cerca de lo extraordinario. No es de extrañar, entonces, que el contragolpe pueda ser una acción para alabar.

Este movimiento se puede extapolar de un campo de fútbol y llevar a la calle, a los ciudadanos. Por ejemplo, el contragolpe que llevó el pueblo de Santo Domingo (República Dominicana) hace justo 38 años. El Golpe de Estado que dieron los militares, o lo que es lo mismo, el tiki-taka del Bayern Münich el otro día en el Bernabéu, fue contragolpeado por los ciudadanos, las galopadas de Bale, CR o Di María, para, más tarde, instaurar de nuevo la Constitución y a Juan Bosch como presidente. Triunfó este contragolpe ciudadano al igual que pasó el pasado miércoles en Chamartín con el gol de Benzemá.

Sin embargo para que el pueblo dominicano triunfase necesitaba apoyos detrás. Apoyos de Fuerzas Aliadas, de ideas y de que todo los ciudadanos respondiesen. Lo mismó le pasa al Real Madrid: sin la defensa, en estos momentos, junto a la del Atlético, la mejor de Europa, no se podría haber conseguido esas galopadas. Tampoco sin un Xabi Alonso -bastante mejorado- que ordene a sus compañeros, a su pueblo y que de el pase que abra el campo. Sin estos factores no sería posible el éxito de esta filosofía de juego.

Pero, ¿es que no es lícita esta forma de jugar? Para ganar el partido y contentar a la afición, ¿hay que tener más de 50 por ciento de la posesión? Entonces, ¿qué pasa que la reina Isabel II de Inglaterra está haciendo mal tomando el té a las cinco de la tarde en vez de un café con leche? Ve tú a decirle eso a los ingleses, a ver que contestan. Cada conjunto de fútbol está dotado de una filosofía la cual se adapta a los jugadores que tiene y a su historia.

Por ello, tras reflexionar en estos días sobre el partido del miércoles a poca gente le importó que en la primera parte el Madrid tuviese un 20 por ciento de posesión o que, tras el partido, los de Ancelotti dieran 276 pases por los 705 de los bávaros. Como diría un argentino, en el fútbol 'la pelotita tené que entrá' y si no entra, mal asunto.

Ahora sólo queda un paso para Lisboa pero si mantenemos esta filosofía en Münich, los de Ancelotti pueden dar otra alegría a los aficionados madridistas. Y es que ya lo cantó Manu Chao: "Ahora verás lo que es llorar por la derrota [...] porque ha llegado sin piedad el contragolpe".

autor

Andrés Espuelas

Periodista en proyección, onubense -de donde nació el fútbol-, colaborador de Bernabéu Digital y madridista, pero de esos que apoyan y se levantan del asiento para animar. 'Lo bonito del periodismo no es que nos inventemos mentiras sino que nos inventamos la verdad', aunque a veces no se cumpla.