Fantasmas del pasado
"¡¡¡No me vuelves a pillar en una de éstas!!!"
(Exclamación, dirigida a su marido, de una mujer mientras da a luz)
"Si las mujeres recordasen realmente los que experimentan durante un parto, la raza humana se extinguiría"
(Anónimo)
Supongo que será consustancial a la naturaleza del ser humano pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor, sea o no cierto. Rememorar una Arcadia feliz, tan feliz como imaginaria, es un mecanismo que suelen emplear los políticos que reclaman la soberanía para tal o cual territorio. Cuando éramos libres y felices, cuando no estábamos oprimidos, sojuzgados, aquellos tiempos sí que eran buenos. Luego, rascas un poco y, bajo esas afirmaciones grandilocuentes, no existe más que una burda falsificación, cuando no invención, de la Historia.
En el mundo del deporte, especialmente en el fútbol, existe un mecanismo similar cuya principal consecuencia es la perpetua insatisfacción de los aficionados. Entre todos hemos creado un mito, un pasado idílico que, en realidad, nunca existió, y, como tal mito, jamás se podrá volver a alcanzar en el tiempo presente. Aquel equipo sí que jugaba bien; antes, todos se dejaban la piel en el campo por este escudo; la de títulos que hemos ganado, no como ahora…
El Real Madrid lucha siempre hasta el último minuto de cada partido de cada competición, sin rendirse jamás. Eso nos decimos. Eso nos creemos que ha sucedido desde hace 112 años, pero es más bien un deseo, una exigencia del aficionado que una realidad constante a lo largo de los años. Pero se nos olvidan los episodios de bochorno insufrible que hemos padecido, al igual que a las mujeres se les olvidan los dolores del parto.
El Madrid está obligado a ganarlo todo, todos los partidos, todas las competiciones, que para eso es el Madrid. Como si ello hubiese sido una constante histórica, como si los títulos obtenidos no fuesen una mínima parte de los disputados. Sí, el Real Madrid ha ganado la Copa de Europa más veces que ningún otro club, y más Ligas que nadie en España, pero, en realidad, eso sólo significa que ha perdido menos que los demás.
Este tipo de planteamientos suelen ser interpretados como aceptación borreguil y acrítica de lo que actualmente sucede. ¿Acaso no hemos de ser críticos con el club y los jugadores cuando lo hacen mal?, replican. Por supuesto que sí, no sólo hemos sino que debemos ser críticos, pero tomando como referencia, como metro patrón de medida, la realidad de lo que fue y es, no un mundo feliz existente únicamente en nuestra imaginación.
Hubo tiempos duros en el pasado, travesías del desierto que duraron décadas, pero parece que esos recuerdos los hemos borrado de nuestro disco duro. El "presentismo" más feroz, unido a una desmemoria crónica, jamás nos dejará ser felices y disfrutar de los éxitos que se alcancen. Siempre estará ahí, como un fantasma, el ideal de una Arcadia madridista con la que comparar lo que ahora se consiga y, en esa comparación desigual, el presente siempre saldrá perdiendo.