Gareth, gracias y adiós
Gareth Bale tiene sus días contados en el Real Madrid. La verdad que es una noticia que no sorprende a absolutamente nadie, pero había que recalcarlo una vez su representante, Jonathan Barnett, lo confirmó en el día de ayer. Con la marcha de Bale, el conjunto blanco se quita a una de sus grandes figuras de la última década, y a uno de sus mayores lastres de las últimas temporadas.
Cuando el bueno de Gareth fichó por el conjunto hoy dirigido por Carlo Ancelotti allá por 2013, el galés era uno de los jugadores más cotizados del planeta y una perla que tenía todas las papeletas para convertirse en una leyenda en el mundo del fútbol. De hecho, sus primeros años en el Real Madrid se pueden considerar históricos en todos los aspectos.
Cómo olvidar aquella carrera en la que dejó sentado a Marc Bartra en la final de Copa en Mestalla, o el doblete que hizo ante el Liverpool con aquella chilena en toda una final de la UEFA Champions League. De hecho, Bale era uno de los tres pilares de la BBC, uno de los tridentes más grandes en la historia del fútbol. Sin contar la importancia que tuvo en las 4 Champions (que el día 28 pueden ser 5) conseguidas en tan solo 5 años por el conjunto blanco.
“Wales, Wales, Wales”
Pero en una historia de claros y oscuros, lo malo siempre acaba teniendo más repercusión. A mí me gustaría quedarme con lo bueno, pero con Bale es bastante complejo viendo lo de los últimos años. Sus siestas en el banquillo, sus lesiones continuas y recuperaciones milagrosas para jugar con su selección y ser determinante, su negativa a facilitar una salida y enfrentarse a través de su representante con los aficionados del Real Madrid, o su falta de compromiso con el club al no asistir siquiera a la celebración con sus compañeros del título de liga.
Es muy probable que aquellos 17 minutos que tuvo en el Santiago Bernabéu ante el Getafe hace mes y medio hayan sido los últimos del galés en el Real Madrid. Un jugador que ha demostrado ser muy bueno y al que hay que agradecer mucho, pero el escudo está por encima de todo, y estas últimas temporadas para Gareth no lo ha parecido. Quedan en el recuerdo sus 106 goles con la camiseta blanca en los más de 250 partidos en los que la ha vestido. Con todo ello, gracias y que te vaya bonito.