La vida sonará diferente sin la belleza de Toni Kroos

Opinión de Diego Rivero
21.05.2024 22:00 de  Diego Rivero Mosqueda   ver lecturas
Toni Kroos, Real Madrid
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Toni Kroos, Real Madrid
© foto de Federico Titone/BernabeuDigital.com

"No diré "no lloreis" pues no todas las lágrimas son amargas", dijo Gandalf, el legendario Istari de "El Señor de los Anillos" al final de "El Retorno del Rey" a sus queridos Hobbits, los que salvaron a la Tierra Media de la oscuridad de Sauron. Toni Kroos no evitó una caída hasta lo más hondo del pozo, pero sí que ayudó al Real Madrid a engrandecer una leyenda que ya era gigantesca. El alemán, el indicado para "traer títulos", como dijo en su presentación, decidió escribir un nuevo capítulo en la historia, tal y como Diego Velázquez hizo con "Las meninas".

Con el pincel fino de las obras postimpresionistas de Vincent Van Gogh comenzó a plasmar una vida futbolística en un lienzo sin fin que alcanzó su pico de belleza más alto en su último año de carrera. Porque la ironía de la vida es así de caprichosa, y siempre aparece en el momento más inoportuno, también ha decidido hacer acto de presencia para rompernos algo más que el corazón a los madridistas. El arte, al igual que cualquier otro recuerdo individual y subjetivo que poseamos, perdurará en la memoria hasta que otro le sustituya. Pero no es el caso de Toni.

Nunca elegiremos la vida que queremos vivir, y sin embargo, siempre podremos tener un pequeño, aunque sea solo eso, factor de decisión para escoger la mejor manera de decir adiós. Y así es Kroos, un alma libre que solo se ha casado con el Real Madrid, como los Jedis cuando fabrican su espada láser por primera vez tras acudir al planeta Ilum a por su cristal tras superar una prueba que no todos son capaces de hacer. El escudo hecho jugador de fútbol con una camiseta blanca sobre el Santiago Bernabéu se marcha, pero solo en la física más terrenal, y es que es imposible de olvidar al alemán y sus eternas clases sobre el césped.

Se va la elegancia, el honor y la ambición, pero también uno de nosotros. El que levanta los brazos a su manera celebrando cada remontada, el que sabe y conoce al Real Madrid como si fuera su equipo de toda la vida. Se marcha quien más entendió donde estaba, la extensión del aficionado, y la calidad más pura sobre un terreno de juego. Lo he intentado lo mejor que he podido, y con la canción más adecuada, pero no hay más. No existen palabras para definirlo, ni tampoco para dejarle en el mejor lugar posible, así es Toni.

No solo el cielo ha llorado hoy, también nosotros, que se nos va una gran parte de nuestra vida, y no solo futbolística.