Volvió el fútbol
Más que el sofocante y caluroso sol del verano, nos asfixia la polvareda ruin y amarga de una realidad cada vez más bochornosa. La crisis, soldada a fuego lento sobre nuestras vidas se aviva y excita sobre casos de corrupción, desgracias y conatos de peligrosas guerras.
No seré yo quien diga que el fútbol nos aleja firmemente de esta verdad, pero sí que nos permite evadirnos en un oasis de felicidad y alegría por muy instantáneo o insustancial que pueda parecer. Sea como fuere, volvió el fútbol, y volvió nuestro Madrid.
No sólo lo hizo la Liga, ni los equipos que juegan en ella, también arrancó Bernabéu Digital que al igual que el club blanco, lo hace con juventud, las pilas cargadas, ilusión, caras nuevas y ganas, muchas ganas.
Atrás quedan tres años de salvaje madrimourinhismo para dar paso a un nuevo Madrid que allana el camino bajo la sombra de una ceja solemne y profesional. Y sorprendente. "¡El pacificador!" lo llamaban. Pues primer partido de Liga y bomba, Diego López titular. Parece ser que el italiano cree en la meritocracia y no cede a los chantajes de los medios de comunicación ni de parte de la afición. Por cierto, el AS y la SER siguen errados con h y sin ella- y vuelven a fallar en la alineación, dado que daban a Casillas como titularísimo tildando la escena de "vuelta a la normalidad" o "respeto a las jerarquías". Incluso Paco González calificaba en la Cope de "mala noticia" la titularidad del gallego. Nueva temporada pero mismos rencores, odios e insultos a la profesión del periodismo objetivo.
Pero sigamos; como digo, volvió el fútbol. Con un Madrid defensivamente blando y tácticamente dudoso, eso sí. Con pólvora arriba y con un Isco que rescató al Real de un comienzo que no estaba a la altura de las expectativas creadas entorno a este equipo. Falta rodaje y compenetración. Y que el áurea Mourinho sobrevuele Madrid para que los jugadores inyecten ensangre sus ojos y le echen las mismas ganas que contra el Chelsea del portugués, avidez necesaria para ganar partidos de este tipo.
Faltan kilómetros, pero esto sólo acaba de empezar. Ahora queda leer durante esta semana las fervientes campañas pro-Iker, los primeros palos a Ancelotti por ser de anarquista alineación y los insulsos debates a principio de temporada.
Insustancial, opio para el pueblo o una rutinaria manera de olvidarte de la triste realidad que se convierte en sentimiento pasional que no puede explicarse con palabras.
¡Bendito fútbol!