Vinicius vuelve a ser Vinicius

Ha vuelto. Cuando más palos estaba recibiendo y más críticas acumulaba, Vinicius Junior ha regresado de entre los muertos para recordar a más de uno que sigue siguendo de los mejores futbolistas del mundo. El Real Madrid ganó al Salzburgo (0-3) y selló su pase a los octavos de final del Mundial de Clubes como primero de grupo gracias al astro brasileño, que dejó un gol y una asistencia increíble, a lo Guti en Riazor. 

Cierto es que llevábamos varias semanas sin ver a Vini Jr. en su máximo esplendor. Su chispa estaba apagada. Faltaba ese desborde eléctrico, esa sensación de que cualquier jugada podía terminar en escándalo. Pero ante el Salzburgo, Vinicius volvió a ser ese jugador diferencial que pone al estadio en pie con cada arrancada. Su gol, con una definición marca de la casa, y su asistencia, propia de un futbolista con una visión privilegiada, son la mejor prueba de que nunca se fue del todo. Solo necesitaba tiempo, descanso mental y el contexto adecuado para volver a brillar.

No es casualidad que este resurgir coincida con el avance del conjunto blanco en el torneo. Porque si algo ha demostrado este equipo en los últimos años es que cuando Vinicius está bien, el Madrid es otra cosa. Más profundo, más impredecible, más temible. El Mundial de Clubes puede ser la plataforma perfecta para que el brasileño se reencuentre con su mejor versión justo antes de los momentos decisivos de la temporada.