Cuando Joel Freeland pudo jugar en el Real Madrid
El jugador británico llega como un integrante más de la plantilla del CSKA, que la próxima jornada se mide al conjunto blanco en el Barclaycard Center. Tras su periplo poco exitoso en la NBA, el pívot ha regresado para ser uno de los interiores de referencia en el baloncesto europeo tras ver frustrado su fichaje por los blancos hace cuatro temporadas.
Corría el año 2012, el Madrid de Laso daba sus primeros pasos y conseguía sus primeros títulos. El vitoriano empezaba a liderar un ambicioso proyecto, consiguiendo Supercopa y Copa del Rey ese mismo año. El Montepaschi Siena de Pianigiani y McCalebb echaba fuera de la competición europea a los blancos, mientras que el Barcelona se haría con la ACB, en una serie que quedará para la memoria de los aficionados por el triple a una pierna de Marcelinho Huertas en el último segundo del primer partido de la serie.
Al final de esa temporada, Ante Tomic finalizaba su vinculación con el Real Madrid y llegaba libre a la Ciudad Condal. El fichaje del croata fue un jarro de agua fría para afición y directiva, que pronto buscó un sustituto con la que ilusionar a la parroquia merengue. La sensacional temporada de Joel Freeland en el Unicaja le hacían una de las piezas más cotizadas del verano.
El inglés consciente de su tirón mediático rompía el contrato que le unía con la entidad malagueña y dejaba cojo el proyecto andaluz. Libre para elegir por sí mismo, Freeland meditaba entre el Real Madrid y la NBA. Cumpliendo su sueño, el center hacía las Américas para enfundarse la elástica de los Trail Blazers.
Tres temporadas después, el polivalente interior regresaba a Europa para firmar con el CSKA de Moscú. Su paso sin pena ni gloria por la mejor liga del mundo hace de nuevo la vuelta del británico, que estuvo de baja los primeros meses de competición tras una lesión en el gemelo. Cosas del destino, el pívot pisará mañana el Barclaycard Center con el conjunto ruso.