Victoria a medio gas

Triunfo sin más del Real Madrid ante el Bilbao Basket (92-75) en un partido que quedó completamente cerrado en el final del último periodo. La buena dirección de Llull y Sergio Rodríguez hacen a los blancos sumar su cuarta victoria liguera, y así continuar invictos en Liga.

Atronador. Así fue el comienzo de Real Madrid. El inédito quinteto que puso en cancha Laso para comenzar el partido tuvo un inicio espectacular, cuatro de los cinco titulares ya habían anotado antes del ecuador del primer periodo. Bourousis focalizaba la mayoría de los ataques, y respondía como siempre, con nota. Por el conjunto vasco, los balones iban dirigidos a un Alex Mumbrú secado completamente por el intenso Dani Díez, que no para de mejorar a base de minutos. Raúl López intentaba dirigir los ataques de los de Pueyo sin éxito alguno, y gran parte de culpa tenía la férrea defensa de Dontaye Draper.

Pero apareció Bertans para suerte de los 'hombres de negro', y el partido volvió a la igualdad por culpa del escolta letón. De esta manera puso fin el primer periodo, con trece puntos de Bourousis, ocho de Bertans, y el 23-18 a favor de los blancos brillando en el marcador.

'Chacho sistema' para ampliar la ventaja

Los segundo diez minutos del partido comenzaron con la misma tónica con la finalizó el primer cuarto. Bertans estaba imparable, veía el aro más grande de la habitual, y aunque la defensa del Madrid se intensificó él, le entraba todo. Sin embargo, el Madrid estaba respondiendo con facilidad a las canastas del letón. Felipe Reyes estaba forzando bien el rebote en ambos lados de la cancha, pero el jugador que logró ampliar la diferencia fue Sergio Rodríguez.

El canario dio un auténtico recital ofensivo, al cerrar la primera mitad con doce puntos -todos en el segundo cuarto- y cuatro asistencias. Los buenos números de 'El Chacho' hacían que el nefasto partido en la línea de tiros libres quedara en un segundo plano, al igual que la excesiva intensidad con la que Carmichael entró en cancha. Doce puntos de ventaja para los de Laso al final del segundo periodo, 49-37 que se mantendrían en el tercero.

Tras el paso por vestuarios poco cambió el guión del partido, las defensas seguían sin mostrar su mejor nivel y se sucedían las canastas fáciles de ambos equipos. Darden, que no estaba viviendo precisamente su mejor partido como madridista, dio paso a Díez, que entró como una auténtica moto para impedir la reacción bilbaína. El canterano blanco hizo olvidar el excesivo número de faltas que cometieron los blancos al principio del tercer periodo y que dio algo de vida a Mumbrú, Gabriel y compañía. Dani anotó cinco puntos consecutivos y aportó la intensidad que estaba pidiendo el choque para lograr mantener la ventaja blanca al final del tercer periodo.

Pero la poca trama que estaba teniedo el choque puso punto y final en el ecuador del último periodo. La gracia y tino de Sergio Rodríguez, unida al buen hacer de Darden y de Carroll en el último periodo, ponían la veintena de puntos de ventaja, ventaja que duraría hasta el final del choque. Nueva victoria (92-75) de este equipo hasta ahora imbatible que no da ni pizca de tregua a ningún rival al que visita o que viene a su feudo ante su público entregado.