Los leones se escapan vivos
El Real Madrid C visitaba Lezama con la firme intención de sacar algo positivo después de la contundente victoria en la pasada jornada. Los de Díaz fueron superiores sobre el terreno de juego, pero dos goles en los últimos quince minutos de la primera mitad de los rojiblancos bastaron para que los blancos no lograran la victoria. Fran Sol acortó distancias antes del descanso y Melero hizo el definitivo empate a dos. Los madridistas buscaron la victoria, pero la mala puntería hizo que se fueran de vacío.
Los de Díaz cuajaron una gran primera mitad, pero el fútbol fue injusto con los madridistas. El segundo filial blanco se mostró lleno de confianza sobre el tapete y con las ideas muy claras. Durante la primera media hora, el filial blanco era dueño y señor del balón y de las ocasiones. Luis reventó el travesaño tras un precioso pase de Ramírez en el minuto 10. El extremo también consiguió marcar para el Madrid C, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. Las ocasiones se sucedían para los merengues, pero el gol no terminaba de llegar.
Dos goles en contra en cinco minutos
Y como ocurre muchas veces en el fútbol, si perdonas, lo terminas pagando, y así fue. En el único error defensivo de los zagueros Dani Suárez y Molero llegó el tanto rojiblanco. Pase entrelíneas de Guarrotxena a Guillermo que pilla descolocada a la defensa madridista, y el delantero del Bilbao no perdona en el uno contra uno ante Herrero. Duro golpe para los blancos.
Ese tanto dejó noqueados a los de Díaz y los 'leones' supieron aprovecharse. Saque de esquina a favor de los vascos, los rojiblancos consiguen rematar hasta tres veces dentro del área sin oposición alguna. Jon García dejó el balón muerto en el área, para que Undabarrena rematase, pero el interior se topó con un paradón de Herrero, Guillermo se hizo con el rechace del guardameta y marcó a placer en la misma línea de gol.
Dos tantos psicológicos para empatar
La segunda diana era demasiado castigo para la buena primera media hora que forjó el filial blanco. A pesar del esfuerzo, y sin saber cómo, los de Díaz se vieron con un 2-0 en contra. Sin embargo los canteranos supieron manejar la situación y obtuvieron el premio del que les permitió recortar distancias. Centro desde la derecha de Joel que peinó Melero para que Fran Sol introduciera el esférico al fondo de las mallas. Un tanto psicológico antes del descanso.
Tras la reanudación, el segundo filial blanco golpeó de nuevo. Solo habían pasado dos minutos cuando los madridistas ya lograron el tanto del empate. Saque de esquina a favor de los blancos, el esférico se quedó muerto en el área y Melero, con una preciosa volea, envió el balón a la jaula. Golpe de autoridad de los madridistas.
El marcador no se mueve
Con las tablas en el electrónico, los dos equipos acusaron el esfuerzo físico y el ritmo impuesto en el choque. El miedo a perder se palpaba en el ambiente. El segundo filial blanco tuvo la mejor oportunidad de la segunda mitad, exquisito pase de Bruno a Fran Sol mediante, pero el delantero llegó muy forzado y cruzó demasiado el balón. El Bilbao Athletic apenas creó peligro a Herrero en los segundos 45 minutos, con la excepción de un tanto anulado por fuera de juego.
La nota negativa, la lesión de Fran Sol
Fran Sol tuvo que abandonar el terreno de juego por una lesión en el hombro y el Real Madrid C jugó con diez los últimos cinco minutos. El marcador finalmente no se movió, y aunque el segundo filial blanco mereció más, la efectividad de los rojiblancos hizo que los tres puntos no se fueran a Madrid. Se pueden sacar conclusiones muy positivas de este choque: un punto ante un rival complicado, y muy buenas sensaciones del filial. Los de Díaz parecen haber despegado.