Coentrao, abril y la Champions: solo Zidane tiene la respuesta

30.03.2017 21:00 de  Adrián Blanco  Twitter:    ver lecturas
Coentrao, abril y la Champions: solo Zidane tiene la respuesta
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© foto de Pedro Rodriguez/Bernabéu Digital

Hay fenómenos que se producen solo una vez en la vida. Como mucho, en casos muy extremos, pueden llegar a las dos ocasiones. Al tercero, de producirse, se trataría entonces de otro tipo de caso. Más experto. Menos azaroso. Y que, sobre todo, presenta una explicación razonada. Tampoco es que se dejen atraer por la rutina, en el caso de que llegase a ser repetido. Pues, entonces, perderían toda su gracia. Si es que alguna vez, si por gracia entiende uno su acepción más recurrida, la del sentido del humor, la tuvo. Aunque existe otra gracia, igualmente válida, pues también aparece recogida en cualquier manuscrito oficial de la lengua, que entremezcla cualidades y proezas para definir un logro. Y al parecer, solamente por esto, que tampoco viene a ser poco, hoy en día el Real Madrid aguanta en nómina a un futbolista como Fabio Coentrao.

Parece increíble. Aunque, atendiendo a los últimos acontecimientos, no sea ese el adjetivo, quizás, mejor utilizado. Ya hace nueve días que comenzó la primavera. A la que muchos, según dicen, altera la sangre y las ganas de hacer de todo, menos trabajar. Y a otros, a una inmensa minoría, pertenecientes a una raza contraria, como si en un universo paralelo se encontraran, parece producir el efecto totalmente contrario. Les despierta las piernas. Y les obliga, perezosos ellos durante el año, a los que parece soplar siempre mucho frío como para asomar de su cama, el banquillo o donde diantres se encuentren recogidos, a ponerse el mono de trabajo. Llega abril. Y con él, para los más futboleros, el (primer) mes crucial de la temporada. Los cuartos de final de la Champions. El Bayern Múnich, en la casa madridista. Y el portugués ya asoma la cabeza.

Ya entrena con normalidad junto al resto (que nunca deja de ser noticia), e incluso el propio club blanco ha compartido con los suyos un vídeo donde se le ve esprintando por encima de otro más rodado, con más minutos (para lo bueno y malo) como Nacho. Le pasó a Mourinho. Lo repitió Ancelotti. Ambos, no por casualidad, en una eliminatoria ante el cuadro alemán: en la que ambos apostaron por el portugués como lateral izquierdo titular. Y el rendimiento, a decir verdad, cumplió con algo más que lo justo y necesario. En esta ocasión, de cara al último tramo del curso, Zidane tiene al luso de vuelta. Y solo Zizou podrá decidir si el fenómeno deja de ser aislado para convertirse, entonces, en ordinario. Marcelo, por si acaso, al que no le vendría mal un pequeño apretón (a veces dado, como ahora, y es normal, a atravesar diferentes picos en su rendimiento) ya está sobre aviso.