Eden Hazard coge fuerza. El diablo más cerca de vestirse de blanco
Con Cristiano ya fuera del Real Madrid, Florentino está obligado a acometer un fichaje galáctico para renovar la ilusión en el Real Madrid. Quizás uno o dos, también. No se descarta fichar un jugador de banda en compañía de otro nuevo que bien asegure un buen puñado de goles.
Neymar es la prioridad. Su fichaje además de asegurar un rendimiento deportivo supondría también un empuje mediático importante para recuperar el terreno perdido con el adiós de Cristiano. Y en el Real Madrid lo saben, pero entra un tercer actor y no menos importante en la operación que es el PSG. Si en París querían convertirse en una potencia de Europa, después de desembolsar 222 millones por el brasileño, dejarlo salir un año después sería una clara muestra de su debilidad y para colmo, el hazmerreir de Europa. Lo mismo con Mbappé. Por eso uno y otro, gusten más o menos a la afición, se presentan muy complicados de no ser que los jugadores pongan mucho de su parte para llevar la operación a cabo. Cosa que parece poco probable que suceda.
Y aquí entra en juego Hazard. La operación delantero va a parte, pero el próximo galáctico del Real Madrid tiene muchas opciones de que sea belga. Recién eliminado de la Copa del Mundo, ahora Eden ya debe pensar en el club que jugará la próxima temporada. El belga acaba contrato en Londres en 2020, el Chelsea no jugará la Champions y la inestabilidad en el banquillo no presenta una situación favorable para su continuidad.
Por ese cómputo de razones se presenta una situación idílica para acometerse su fichaje, sin olvidar el enésimo guiño de Hazard al club blanco. Por si fuera poco, su buen Mundial ayuda a renovar la ilusión del madridismo. Líder en la victoria y sobre todo en la derrota. Jugador de equipo, quizás el extremo europeo más desequilibraste de toda Europa y en un contexto muy idílico pata tener a buen seguro cubierta la banda izquierda del Bernabéu. Como decía, el delantero es tema aparte.