El gato ya mira a portería y sobre todo sus pupilas se dilatan
Primero fue todo un Balón de Oro como Luka Modric, “creo que la gente no se da cuenta de lo bueno que es Benzema ni de lo importante que es para nuestro equipo” y hoy ha sido Álvaro Odriozola, “Antes de venir ya me gustaba, pero ahora estoy enamorado de Karim. Es un espectáculo entrenar con él. Es el mejor nueve del mundo. Es verdad que las críticas están ahí, pero ha cogido una posición de liderazgo en el equipo”.
Son días en los que no cesan los elogios para Karim Benzema y a decir verdad, poco o nada se le puede reprochar esta temporada al delantero francés. Tras la marcha de Cristiano, es cierto que ha habido un cambio a la hora de entender el juego en el 9 francés.
Ahora, Karim busca más portería, permuta más por las zonas de nueve y no cae tanto a banda como en antaño. Lo sigue y lo seguirá haciendo, con más o menos frecuencia, porque le corre por la sangre ese futbolista de calle, ese ADN callejero de fútbol combinativo con sus compañeros, pero sus 10 tantos que le acreditan como el máximo goleador del equipo en todas las competiciones ya no se los quita nadie.
Diez tantos que ya es decir si echamos la vista al curso pasado donde el delantero francés no hizo más de doce en todo el año. A estas alturas de temporada, Benzema llevaba 4 goles en total, (2 al APOEL, 1 al Getafe y otro al Málaga). Las sensaciones, el compromiso y sobre todo esos ojos de gato ya miran a portería, pero por encima de todo sus pupilas se delatan y eso es señal de peligro.