El Real Madrid es un diésel: se acerca la Champions y el vestuario blanco lo sabe
Este muerto está muy vivo. Ya lo dijo Carlo Ancelotti durante su etapa en el banquillo blanco: el Real Madrid es un diésel. Le cuesta coger ritmo durante los primeros meses de competición (una de las razones por las que se ‘tiran’ las Ligas tan rápido), pero a partir de febrero, el equipo se transforma.
Se avecina la fase decisiva de la temporada, dentro de poco más de dos semanas regresará la Champions League, y el vestuario madridista ya calienta motores. Prueba de ello son las exhibiciones ante Sevilla, Girona en Copa, y anoche en Barcelona frente al Espanyol. Físicamente están como aviones, Modric vuelve a ofrecer su nivel de Balón de Oro, Benzema tira del carro, y la enfermería se empieza a vaciar. Todo encaja.
No es la primera vez en los últimos años que la mitad de la plantilla llega cuestionada a estas alturas de temporada. Siempre por estas fechas se habla de revolución en verano, de fin de ciclo… Y entonces llega la Champions. Y entonces este equipo se transforma. Y entonces la afición celebra una nueva ‘Orejona’ en Cibeles en mayo. ¿Les suena esta historia?
Sí que es verdad que, pase lo que pase de aquí a final de temporada, debe ser obligatoria una ‘mini-revolución’ en el mercado estival. Pero nunca den por muerto al Real Madrid, y menos cuando están tan cuestionados, se acerca la Liga de Campeones, y tienen ganas de cerrar bocas… otra vez.