El VAR es una estafa
Las redes sociales se incendiaron ayer tras el pitido final en el Villamarín. Nacho Tellado, ex arquitecto del Chiringuito, desvelaba que el gol de Canales estaba en fuera de juego por 10 centrímetros. Un gol, que previamente había anulado el línea, como debía de ser. Sin embargo, el VAR entró para decir que el gol es legal. ¿Cómo es posible que los árbitros se equivoquen con imágenes en mano? Pero ahí no termina todo. Por la mañana volvió el escándalo en el Metropolitano. El VAR anuló un gol de Koke por una supuesta falta previa de Rodrigo en el centro del campo. Nos dijeron que el videoarbitraje solo entraba en errores clamorosos, que no podía revisar todas las jugadas. ¿Era el gol de Koke una jugada para revisar? Pero la madre del cordero llegó con el penalti que pitaron a favor de los atléticos. Una mano apoyada en el suelo de Vuksevic fue motivo para pitar los once metros. Hay que tener en cuenta, que el reglamento dice claramente que no es penalti cuando una mano está apoyada en el suelo. Pues ayer se pitó. Y, ¿dónde estaba el VAR para corregir al árbitro?
En resumidas cuentas, con el VAR no hay reglamento que valga, porque el videoarbitraje entra cuando quiere, como quiere y con quien quiere. Las reglas no están claras, porque hay dobles varas de medir, según qué equipos o encuentros se trate. Los árbitros están más desprotegidos que nunca porque no están conectados con la sala de imágenes, que supuestamente están para ayudar al colegiado. Pero lo más grave es que los árbitros del VAR se equivocan viendo las imágenes, repetidas una y otra vez. Porque antes, los árbitros se equivocaban, pero ahora, los errores son más groseros al tener la posibilidad de ver las repeticiones. Que vuelva el VAR del Mundial, y si no, que lo retiren.