Prohibido confiarse contra el Alavés

Bernabeudigital.com

El Real Madrid superó una prueba que abrasaba con su victoria en Milán, aunque el partido quedó condicionado desde el inicio con el penalti a favor y la temprana expulsión de Vidal. Fue un golpe en la mesa de un grupo que continúa comandando el Borussia Mönchengladbach, pero que el Madrid mira con otros ojos después de perder y empatar en las dos primeras jornadas. Ahora es el Alavés el que arribará en el Di Stéfano, típico partido que suele jugarse con el freno en una mano y el cóctel en la otra.

Uno de los males endémicos de los merengues en los últimos años ha sido su conversión a Mr. Hyde en pachangas de menor cartel, y no sería ni la primera ni la segunda vez que el rival pasa la factura. En la retina continúa el loable triunfo del Cádiz contra todo pronóstico, un planteamiento que podrían adoptar los norteños con un estilo similar. Fernando Pacheco, viejo amigo, tratará de sostener las embestidas de un Madrid que se prevé que sea el monopolizador de la pelota. Se espera que Machín abogue por dos líneas de cuatro muy definidas y juntas para cortocircuitar el juego de combinación entre líneas de los de Zidane, y arriba la dupla Joselu-Lucas Pérez apunta a ser una amenaza constante. Puntas curtidos, complementarios y con experiencia en LaLiga que a buen seguro intentarán aprovechar las pérdidas comprometidas, los descuidos o la gran labor de los suyos para materializar. Con Casemiro de vuelta pero con Ramos y Benzema todavía K.O., el Real sigue sin su columna vertebral al completo y no debería subestimar las costuras de su próximo rival, que lleva cuatro partidos consecutivos sin perder -victoria en Valladolid y empates ante Barcelona, Levante y Valencia-. Con un buen hacer, jugadores como Lucas, Nacho, Rodrygo o Mariano podrían aprovechar para continuar en la nube.