Nace una nueva motivación en territorio desconocido para Zidane
Desde la llegada de Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid, pocos han sido los títulos que se le han resistido al entrenador francés. De hecho, el único título que por el momento se le resiste es la Copa del Rey, tanto como ex-jugador como desde que iniciara su andadura como entrenador.
Pese a llevar dos años al frente del vestuario blanco, Zidane solo ha tenido la posibilidad de disputar una edición de este torneo. En la anterior etapa, con Rafa Benítez a la cabeza, el Real Madrid fue eliminado de manera directa al presentar una alineación indebida que incluía a Denis Cheryshev. El Madrid jugó la ida en el Ramón de Carranza, ganó 1-3 al Cádiz y horas después fue eliminado de la competición por alineación indebida.
El curso pasado, el Real Madrid puso fin a su andadura en la competición del K.O en los cuartos de final tras haber superado a la Cultural Deportiva Leonesa y Sevilla en las anteriores eliminatorias. Ya en cuartos, el Celta de Berizzo ganó en el Bernabéu por 1-2 y consiguió defender el resultado en Vigo con un ajustado final de 2-2.
Mañana se presenta una magnífica oportunidad para avanzar a las semifinales del torneo, explorar un territorio desconocido para el francés y repartir así alegría entre los aficionados madridistas en una temporada que por el momento hay más decepciones que sonrisas. La Copa del Rey debe ser un requisito indispensable en una temporada donde la Liga dijo adiós. Antes de recibir al PSG, el Madrid podría haber certificado su presencia en la final del K.O. Es una motivación. Es una obligación.