¿Pacto de no agresión? El Atlético debería estar besándole los pies a Florentino Pérez
Tras la portada de Marca en la que anunciaban que el Real Madrid fichará a Theo Hernández, gentes de todos los rincones de España, especialmente los cercanos al río Manzanares, se apresuraron a descalificar al club blanco por romper el “Pacto de no agresión”.
Vayamos por orden. Primero: de momento el Real Madrid no ha roto ningún pacto porque no ha fichado a nadie. Segundo: ese supuesto pacto -¿dónde está escrito?- surgió a partir de un hecho concreto (Kun Agüero) y continuó con otro (De Gea). Pero en ningún caso el Madrid se comprometió a nada, más bien el Atlético de Madrid debería agradecer su comprensión y magnanimidad.
Si los nazis y los rusos se traicionaron en su “Pacto de no agresión” es porque tal acuerdo solo existe cuando es bueno para las dos partes. Si no, es imposible porque es artificial. El Madrid, que antes no veía a los colchoneros como un rival a tener en cuenta, ya ha tragado demasiado. Se han dado tres razones para justificar este pacto: había otros futbolistas más interesantes en el mercado, el Atlético de Madrid no suponía ninguna amenaza y los directivos consideraban que ello ayudaría a mantener buenas relaciones con el adversario.
La primera razón es más que discutible –tanto el Kun como De Gea eran objetivos prioritarios-. La segunda no se ajusta al presente. Y la tercera es una falacia: las buena relaciones se construyen entre los dirigentes y los jugadores dentro de un ambiente de cordialidad y respeto. En el ámbito deportivo –fichajes incluidos- se trata de competir. Que se lo pregunten a Simeone. Por eso, si Florentino paga la cláusula de Theo, se acabará una etapa extraña ,motivada por la generosidad del Real Madrid, y comenzará la normalidad.