Que Benzema merezca ser o no internacional solo depende de él mismo
Lejos queda ya el último tercio del año 2015. Fue la última vez que se vio a Karim Benzema con el estampado en el pecho del petulante gallo acompañado de las tres efes, y a partir de entonces estalló el famoso 'Caso Valbuena'. El actual jugador del Olympiacos griego fue víctima de una extorsión en la que se le instaba a abonar una determinada cantidad económica si no quería que un vídeo de alto contenido sexual en el que aparecía, se difundiera. Largo y tendido se ha hablado sobre el embrollo, en el que aún se desconoce el grado de implicación del atacante del Real Madrid aunque muchos ya se hayan enfundado la toga para dictar sentencia en el lugar de los jueces.
No cabe duda de que el excelso rendimiento de Benzema, acentuado en los últimos dos años, es argumento más que suficiente para que el '9' blanco sea seleccionable por cualquier combinado del mundo, pero todo depende de su inocencia. La causa aún está abierta, por lo que la situación es delicada y tan solo se tornará en diáfana cuando exista una resolución: merecerá que se le levante el veto de no salpicarle el entuerto, todo lo contrario, obviamente, si se demuestra que es culpable. Si siendo inocente Francia continúa obstinada en su censura, otras naciones como Argelia, para la que podría ser convocado si los galos le quitaran la nacionalidad, serían una grata solución por el bien del fútbol.
Mientras, el único beneficiado de todo este 'thriller' es el Real Madrid. A vueltas con el caso, los blancos disfrutan del mejor Karim y además no le pierden en los parones FIFA, lo que reduce considerablemente el riesgo de lesión para el jugador y además le permite estar aún más concentrado en la dinámica blanca, sin perder comba. El fútbol pierde, pero por Valdebebas no querrán ni oír hablar de que el delantero se enfunde una elástica distinta, aunque no sea de otro club.