Sergio Ramos nunca se bajó del barco del Real Madrid
El partido de la selección española deja en un buen lugar a Sergio Ramos. Ni mucho menos por el gol, sino por el mero hecho de dejarse todo en el campo. No se le puede poner ni un solo pero al camarero. Ramos es sinónimo de madridismo y cuando juega con España sirve para reflexionar sobre todas las críticas que ha recibido en las últimas semanas. Posiblemente, no haya estado a su mejor nivel, pero jamás se le podrá tachar de haberse bajado del barco ni un solo segundo.
Ramos es feliz jugando al fútbol y más feliz aún estando en el Santiago Bernabéu. Pese a que las victorias no le están acompañando, el camero sigue siendo aquel niño que con 10 años tenía el sueño de jugar en el conjunto blanco. No le importó abandonar Sevilla y ese sueño que persiguió un día no solo se ha cumplido, sino también ha sido capaz de entrar en el santuario madridista. No hay ningún motivo para dudar de Ramos.