El 'gracias, Mou' de Toril

22.11.2013 00:00 de  María E. Rodríguez   ver lecturas

"Y, sobre todo, me gustaría hacer una mención especial a Mourinho; él me enseñó a estar al máximo nivel, vivir situaciones nuevas y complejas de máxima responsabilidad que me ayudarán en el futuro". Algún día moriré de risa con mi prensa, os lo aseguro. Es digno de resaltar, y lo digo muy seriamente, el encomiable esfuerzo de la APDE (Asociación de la Pluma Deportiva Ejpañola) para traer diariamente a los mortales algo nuevo con lo que despertar nuestras carcajadas ipso facto o, en su defecto, para lanzar al aire algo que nos las despertará en un futuro incierto. Son risas enlatadas, esperando revoltosas a que alguien destape el tarro para volar libres y cumplir con su razón de ser, que no es otra que divertirnos a nosotros.

La carta de despedida de Toril ha entreabierto una de mis latas preferidas, la del dogma más machacón y falaz de cuantos se hayan escrito con sangre de unicornio en las Sagradas Escrituras de Marca y As: Mourinho se propuso como objetivo en la vida destruir la cantera del Real Madrid. Nos hemos pasado meses asistiendo a 'informaciones', editoriales, columnas y rebuznos en tertulias relacionados con dos incuestionables hechos del momento. El primero, que Mou desayunaba 'mirlos' de Valdebebas; el segundo, que cuando terminaba de trabajar con el primer equipo se encerraba en su despacho a idear nuevas formas de tortura y humillación para el entonces llamado por los sabios 'joven héroe Toril'. Reconozco que ya me hacía gracia en su momento, sobre todo cada vez que algún canterano (y hubo muchos) entraba en escena para elogiar públicamente al entrenador del Real Madrid. Pero lo de Toril dando las gracias "especialmente" a Mourinho ha sido demasiado.

No sé vosotros, pero yo no mencionaría en mi carta de despedida a la persona que me ha estado haciendo la vida imposible. El agradecimiento del bueno de Alberto al que fuera su acosador particular me suena a la típica reflexión a la que uno llega cuando ve las cosas desde la óptica del paso del tiempo. Cuando amaina la tormenta, cuando uno echa la vista atrás y contempla lo andado, cuando aparece el enriquecedor matiz de la experiencia adquirida, es cuando uno se da cuenta de que no todo era negro, por mucho que la prensa del Régimen quisiera convencer al mundo entero de lo contrario. Lo que Mourinho hizo con Toril es lo mismo que ha hecho con muchos antes, y lo mismo que hará con otros tantos toda su vida: dar tirones de orejas cuando, desde su criterio, algo no se está haciendo bien. Y no es el criterio de un cualquiera.

Así que a lo mejor resulta que José no fue tan malo con Toril como se pintaba, ¿no? De la misma forma que, quizás, Adán no sintió que Mou le arruinó la vida cuando lo primero que ha hecho nada más fichar por el Cagliari ha sido reconocer que, con sus "cosas malas", haber estado a las órdenes del portugués ha sido como dar un "máster avanzado en fútbol". Y de la misma forma que Özil, a quien la prensa patria metió en el saco de los de "si sigue Mou, me voy", no se pensó dos veces el fundirse en un abrazo con su exentrenador y regalarle su camiseta en aquel Arsenal-Chelsea de hace no mucho. Imagen que, por cierto, no recuerdo haber visto en los medios 'grandes'. Más risas enlatadas. Y más que irán saliendo.

María E. Rodríguez
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María E. Rodríguez
"… pero hay un futuro que todavía es nuestro". Lo bonito, bonito, no es tener un pasado glorioso, sino saber utilizarlo para que el futuro lo deje pequeño. Sabemos de dónde venimos, a dónde queremos ir y por dónde no vamos a pasar. Siempre un trampolín, nunca un sofá. "El Real Madrid es el equipo más importante del mundo y lo será hasta que yo lo diga". Live Forever, Dick.