Opinión

Del sueño de los siete títulos a la cruda realidad del Real Madrid

Del sueño de los siete títulos a la cruda realidad del Real MadridBernabeudigital.com
Real Madrid
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Oggi alle 17:00Portada
de Aitor Bris
El Real Madrid se despide del 2025 después de tener una aciaga participación donde pasó de soñar con siete trofeos a no ganar ninguno

El Real Madrid se despide oficialmente del año 2025, 12 meses que han dado para mucho, pero para poca alegría. Enero empezaba con la firme intención de obtener 7 títulos en una temporada después de conseguir la Supercopa de Europa y también la Copa Intercontinental, pero todo se torció a los pocos días de iniciar después de caer goleado en la final de la Supercopa de España contra el FC Barcelona.

Ese fue el inicio de una caída sin frenos cuesta abajo que se terminó de confirmar en la final de la Copa del Rey contra el FC Barcelona y también después de perder en Champions League los dos partidos frente al Arsenal. Hay que sumar también el hecho de no tener opciones en LaLiga con varias jornadas por disputar. Ese fue el adiós de un Carlo Ancelotti que se marchaba por la puerta de atrás después de ser el entrenador con más títulos en la historia del Real Madrid.

ADIÓS, 2025

El 2025 se puede dividir en dos partes y ninguna buena. El desgaste de Carlo Ancelotti contrasta con la ilusión derruida de Xabi Alonso. El técnico vasco infló el optimismo al llegar a las semifinales del Mundial de Clubes, aunque el PSG vapuleó al conjunto blanco con un contundente 4-0. A partir de ahí el Real Madrid despegó al inicio de temporada ganando prácticamente todos sus compromisos hasta la llegada del derbi, pero quitando esa mancha se siguieron consiguiendo victorias, algo que terminó de la peor forma posible en el mes de noviembre cuando se empezaron a encadenar malos resultados y un mal juego.

Y con esto llegamos al mes de enero de 2026, con una plantilla que no ha sido capaz de conseguir un solo trofeo en 2025 y que está necesitada de triunfos para no hacer más grande una crisis que ya se está empezando a notar en el madridismo. Ahora solo queda levantar cabeza y mirar al frente.