Opinión

El legado y los recuerdos de una vida que ya no es solo tuya

El legado y los recuerdos de una vida que ya no es solo tuya
Real Madrid
© foto de realmadrid.com
Oggi alle 11:00Portada
de Diego Rivero Mosqueda
La opinión de Diego Rivero

La presentación de Franco Mastantuono dejó varias cosas claras: que en el Real Madrid nadie obliga a decir que Cristiano Ronaldo o cualquier otro es el mejor jugador del mundo como sí ocurre en el Barcelona con Messi, y que el argentino quiere continuar el legado histórico que une a Argentina con el club blanco. Se dice que las nuevas generaciones siempre superarán a la anterior, pero nadie ha logrado sobrepasar el significado emocional y deportivo que supuso la llegada -y su retirada posterior- de don Alfredo Di Stéfano. No conozco a persona alguna que le haya visto jugar, tristemente, aunque sí me han hablado muchas cosas de él. De como fue el primer "jugador total", y de lo que fue para tantos madridistas, pero también para don Santiago Bernabéu. No en vano dijeron otros dos grandes de la historia del fútbol como Pelé y Maradona que él era el mejor de todos.

Mastantuono habló sobre ser "un hincha más en la cancha", y desde el momento en el que cerró la frase, su madridismo pasó a otro plano. Siendo esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios, Franco decidió que su vida ya no sería solo suya, sino que pertenecería al resto de aficionados que vamos al estadio o nos quedamos en casa para apoyar a nuestro Real Madrid. Completar el vínculo con todos ellos es algo al alcance de muy pocos, y actualmente solo hay dos jugadores en plantilla que lo han conseguido sin duda alguna: Dani Carvajal y Federico Valverde, seguramente los dos que más aman al club ahora mismo.

Elegir continuar un legado, no callarse y dar un paso adelante. Mastantuono ha demostrado tener carácter para querer cargarse el peso de nuestra historia en su espalda, y a mí no me sale nada más que querer apoyarle hasta el final de su camino aquí en el Real Madrid. Porque eso hacen los mejores jugadores del mundo, pero sobre todo los que pretenden traspasar una barrera que es inabarcable para cualquier mortal: la del tiempo y la memoria.