Au revoir España
Se acaba el sueño de España. Los mismos errores que costaron la derrota ante Grecia, Eslovenia o Italia volvieron a hacer acto de presencia y terminaron por costarle un partido que tenía bien controlado hasta el descanso. Por su parte, la selección francesa se supo reponer a una primera parte desastrosa y bajo la dirección de Tony Parker lograron remontar para llevarse el partido en un último minuto frenético.
España contra Tony Parker. Así de simple se puede resumir la primera mitad entre ambos conjuntos. Mientras que el combinado español repartía el juego entre todos los hombres que tenía en pista, los franceses se encomendaron a su estrella, que anotaba sin cesar para mantener a los suyos en el partido. Para responder al base de los San Antonio Spurs, España buscaba con insistencia a Marc Gasol, que hacía daño en el interior, tanto anotando como repartiendo juego a sus compañeros.
Francia no era capaz de frenar el poderío interior del pívot español, y aunque el seleccionador francés le cambió hasta en tres ocasiones de defensor, el pequeño de los Gasol campaba a sus anchas por la zona rival. La salida a pista de Sergio Rodríguez volvió a revolucionar el partido, y con una de las conexiones clásicas en forma de alley entre el canario y Rudy se llegó al final del primer cuarto (18-14).
Francia se hunde sin Tony Parker
Transcurridos los primeros diez minutos en los que la estrella de Francia había mantenido a su equipo en el encuentro con diez puntos, llegaron las rotaciones en el combinado francés, momento que España aprovechó para imprimirle una marcha más al partido. Con el de los Spurs en el banquillo, la selección de Vincent Collet era incapaz de encontrar un referente claro en ataque y veía como España se marchaba en el marcador con Sergio Rodríguez comandando el equipo.
Aunque el paso de Tony Parker por el banquillo fue prácticamente testimonial, su vuelta a cancha no sirvió para despertar a sus compañeros. Los de Orenga continuaban defendiendo de forma intensa y con una gran efectividad de cara al aro, lo que les permitía marcharse al descanso con 14 puntos de ventaja (34-20), la máxima del partido.
Remontada a base de triples
El paso por los vestuarios reactivó a Francia, que necesitaba encontrar la aportación de otro jugador que no fuese Tony Parker. Además de las pocas ayudas que encontró el base, el nulo acierto en el tiro exterior de los franceses fue una de las claves en la gran diferencia entre ambos conjuntos en los dos primeros cuartos. Sin embargo, en la segunda mitad se abrió el aro para los de Collet y a base de triples se fueron acercando en el marcador.
España no encontraba la fórmula para poder superar la defensa en zona planteada por Francia, que minuto a minuto recortaba la desventaja hasta situarse a seis puntos. En ese momento, cuando peor lo estaba pasando el combinado español, cinco puntos consecutivos de Rudy le dieron un respiro de cara al último y definitivo cuarto.
Los últimos diez minutos de partido sirvieron para demostrar que tanto una como otra selección se merecían estar en la final. Con una Francia que se había reenganchado al partido a base del acierto exterior, las ventajas entre uno y otro equipo se fueron reduciendo hasta llegar empatados al último minuto de partido.
Mismo final, mismo resultado
En los últimos sesenta segundos, los fantasmas del Eurobasket volvieron a aparecer. Tras haber desaprovechado casi 15 puntos de ventaja, un nuevo partido estaba en marcha, y en el recuerdo, las derrotas ante Eslovenia, Grecia e Italia, todas ellas con finales apretados. Sin embargo, y a diferencia de todos esos encuentros, en esta ocasión la defensa sí fue la que se le presupone a una selección que quiere luchar por el oro y, aunque tuvo el último tiro para ganar el partido, ni el triple de Calderón ni el palmeo de Claver entraron, mandando el partido a la prórroga.
En el tiempo extra, los errores de ambas selecciones se hicieron constantes, más por el desgaste físico que por unas defensas agobiantes. Incapaz de encontrar tiros cómodos, España volvió a parecer una selección de media tabla con ataques muy previsibles y sin ser capaces de desarmar a una Francia que estuvo más serena en el último minuto. En las últimas posesiones, Francia no falló desde la línea de personal, y aunque España dispuso de la última posesión para mandar el partido a la segunda prórroga, el triple a la desesperada de Marc Gasol no entró, evitando así que el combinado nacional pusiese luchar por lograr su tercer Eurobasket consecutivo.
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