Francia entra a formar parte de la historia

Francia es la nueva campeona de Europa. La selección de Tony Parker venció a Lituania en un encuentro que quedó prácticamente sentenciado al final de la primera mitad. Aunque el base de los Spurs no estuvo a su mejor nivel, secundarios como Batum y Diaw dieron un paso al frente y fueron los hombres clave en el triunfo de Francia.

El último esfuerzo. Francia y Lituania se enfrentaban en la final del Eurobasket con el objetivo de marcharse a su país con el oro colgado del cuello. A diferencia del encuentro de semifinales ante España, el comienzo de Tony Parker no estuvo a la altura de lo que se esperaba en el jugador de los Spurs. Mal en el tiro y sin encontrar a sus compañeros en buenas situaciones, Francia sobrevivió al primer cuarto de la mano de los secundarios, en especial de Batum, autor de siete puntos en los primeros diez minutos.

Si en el lado francés era Batum quién guiaba a su selección, por parte lituana fue Kleiza quién se encargaba de hacer lo propio para su equipo. El ex de la NBA volvió a demostrar la gran calidad que atesora y al igual que en el encuentro de semifinales, fue la primera opción ofensiva de una Lituania que se marchaba con ventaja tras el primer cuarto (19-22).

Lituania desaparece sin Kleiza

El segundo cuarto fue un auténtico paseo para Francia. Con Kleiza en el banquillo, los lituanos no encontraron un sustituto de garantías en el ataque y vieron como los franceses tomaron el mando en el partido. Con Parker en el banquillo, la selección de Vincent Collet se encomendó a un Batum en estado de gracia que, junto a jugadores como Petro o Pietrus lograban la máxima ventaja en el marcador tras lograr un parcial de 14-3.

Con una Francia que amenazaba con romper definitivamente el partido, Jonas Kazlauskas no tuvo más remedio que volver a sacar a la pista a Kleiza. Sin embargo, la salida del jugador lituano no cambió a su equipo, que era incapaz de superar la defensa planteada por el seleccionador francés. Tan a favor pintaba el encuentro para Francia, que en la última jugada de la primera mitad, Diot anotó un triple sobre la bocina desde prácticamente la mitad de la cancha para poner la máxima del partido hasta el momento (50-34).

Francia controla el partido a la perfección

Tras el paso por los vestuarios, Lituania necesitaba imprimirle un mayor ritmo a su ataque y ser más intensos en defensa. Sin embargo, el tercer cuarto de los franceses fue de libro. Muy serios en ambos lados de la cancha, se mantuvieron siempre atentos al partido a pesar de la gran ventaja de la que gozaban. Aunque Tony Parker seguía sin aparecer, Francia aumentaba su ventaja con la aparición de otros jugadores como Diaw o Petro, que hicieron su mejor partido en el momento clave del torneo y permitieron a los suyos marcharse al último cuarto con 18 puntos de ventaja (68-50).

Los últimos diez minutos fueron los más espesos del encuentro. Lituania intentaba reengancharse a la desesperada al partido, pero con más casta que calidad. Francia por su parte veía la medalla de oro cada vez más cerca y se limitaba a ver pasar los minutos pero sin bajar en ningún momento la intensidad. Al final, victoria merecida para una selección francesa que logra de esta forma proclamarse por primera vez campeona de Europa.

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