La realidad supera a la ficción
Simplemente imparable, perfecto, idílico. El Real Madrid vive uno de los periodos más dulces de los últimos tiempos y la 'paliza' a La Bruixa D'Or (111-63) no hace más que refrendar los alegatos que le situan como aspirante a todo. Mirotic fue el más destacado del cuadro blanco, alcanzando su tope en anotación en la Liga Endesa, 28 puntos.
Como un auténtico ciclón comenzó el Real Madrid la sesión matutina del domingo. Los blancos impusieron una defensa asfixiante desde el primer minuto al equipo de Manresa, obligándole a perder un total de nueve balones en los primeros diez minutos. Atrás los blancos se mostraron muy fuertes, aunque el base de La Bruixa, Waters, rompió la muralla merengue pasado el ecuador del primer periodo con 10 puntos casi consecutivos.
En ataque los blancos se mostraron muy entonados, corriendo más de lo que estaban pudiendo en los últimos partidos, para beneficio de Rudy, Mirotic y de un Llull más que activado. Mejri, que estrenaba titularidad dando descanso a Bourousis, entró muy centrado al partido. El tunecino logró cuatro puntos de mucho valor en la zona rival, y colocó un tapón a Larsen que provocó el júbilo del Palacio. Con 25-16 a favor de los de Laso se llegó al término del primer periodo, con las bases de una abultada victoria puestas.
El 'Chacho' toma la batuta y Felipe anota lo imposible
Tras el parón entre el primer y el segundo cuarto, y para más inri para el conjunto catalán, hacía su aparición en el partido la salsa de este equipo, las dulces y a la vez picantes manos canarias de esta escuadra de ensueño. Sergio Rodríguez, que ha comenzado imparable esta campaña, continuó el guión escrito por sus compañeros en los primeros diez minutos y comandó al equipo con 10 puntos, 3 asistencias y 2 robos. Slaughter, Carroll y Díez se unieron a la fiesta merengue sin cesar la agobiante defensa y corriendo como auténticos 'sputniks'. Felipe, tremendamente participativo en todos los minutos que estuvo en cancha, puso la guinda al pastel anotando sobre la bocina del descanso un triple inimaginable, de espaldas, tras recibir un pase kilométrico de Slaughter para irse al descanso con 54-28 a favor.
Con la resaca del canastón de Felipe volvieron ambos equipos a la cancha, aunque el dominio blanco no cesó y el equipo seguía queriendo más y más. Como el Imperio Huno los de Laso no daban ni un ápice de tregua a su rival, seguían destrozando a La Bruixa desde la defensa y así logrando ataques con cierta facilidad. El 'Big Three' del Madrid, Llull, Rudy y Mirotic deleitaba al anonadado y entregado público de un Madrid que va camino hacia la historia. 34 puntos logró el Real Madrid en el tercer cuarto, yéndose a los 88 en el marcador ante un equipo alicaído, esperando la hora final, aguantando la tortura que supone jugar contra este bloque sabiendo que tarde o temprano te va a destrozar.
El último cuarto fluyó sin más. La ventaja no se amplió por parte del cuadro merengue que iba rotando los tiros y los protagonistas, la intensidad defensiva por parte de los blanco disminuyó, algo completamente lógico tras el esfuerzo realizado los primeros 30 minutos, cuando lograron 17 recuperaciones. Díez, el único que faltaba por anotar al comienzo del último periodo, se sumó a la fiesta anotadora madridista a falta de tres minutos para el final. 111-63 acabó otro recital madridista que no hace más que ilusionar y alentar a una afición que sabe que este año puede rozar la perfección.