Las claves del Real Madrid - Dinamo Sassari
El Madrid arrolló al Dinamo Sassari haciendo del juego colectivo su mayor virtud. El acierto en los tiros exteriores, el intercambio rápido de posesiones, la defensa blanca en los primeros minutos y el gen competitivo de Felipe Reyes, las otras claves del cuarto triunfo del equipo de Pablo Laso en la Euroliga.
1- El juego colectivo del Madrid
El Madrid basó su victoria en el juego colectivo, sumando cuatro jugadores 15 puntos o más. Todos los hombres de Laso, a excepeción de Bourousis -que solo disputó seis minutos-, lograron una valoración positiva. El técnico vitoriano poco a poco va ensamblando todas las piezas y la imagen del conjunto blanco mejora partido a partido.
2- El acierto desde la línea de 6,75
A pesar de que el mayor peligro del Dinamo Sassari era el tiro exterior, el Real Madrid estuvo más fino en el tiro de 3. Los madridistas lograron 16 triples, por los 14 de los italianos. El equipo de Sacchetti lanzó más desde el 6,75 que tiros de 2, pero su porcentaje (14/38) no le permitió en ningún momento luchar con el conjunto entrenado por Pabo Laso.
3- Un estilo rápido y alegre
El Dinamo Sassari quiso jugar contra el Madrid a la especialidad de los blancos: correr. La propuesta de posiciones rápidas fueron cogidas con agrado por Laso, que ya advirtió a sus chicos en la previa de cómo podía plantear el encuentro los italianos. El actual subcampeón de Europa destrozó al líder de la Lega anotando más de 25 puntos por parcial (27-30-27-31).
4- Prueba superada para la defensa blanca
El Madrid salió victorioso del examen que suponía defender a un equipo tan abierto como el Dinamo Sassari. A pesar de recibir 94 puntos, el encuentro se decidió en su fase inicial. Una vez que el triunfo estaba asegurado, el conjunto madrileño apostó con más fuerza por el intercambio rápido de canastas, a lo que también ganó al equipo de Sacchetti. Fruto de la relajación, el Dinamo Sassari consiguió 30 puntos en el último periodo.
5- Felipe Reyes y su competitividad
El capitán del Real Madrid demostró una vez más su feroz gen competitivo. A pesar de que el encuentro estaba sentenciado, aprovechó el último cuarto para eregirse como máximo anotador del conjunto blanco: 17 puntos y 25 de valoración para el ala-pívot. Siempre Felipe.