Los chicos de los récords
Otro récord que bate un Real Madrid que va camino de marcar una época. 15 victorias consecutivas en Liga Endesa suma el conjunto blanco tras imponerse al Fuenlabrada (96-81). El choque quedó decidido a la vuelta de vestuarios gracias a un Llull y a un Mirotic sensacionales, que necesitaban un partido como el de hoy para salir del bache en el que estaban. Laso apostó por las rotaciones desde el principio. Un Panko sensacional fue lo poco destacable del equipo fuenlabreño. [Narraciones y comentarios en directo]
El ir al Palacio un domingo por la mañana se está convirtiendo en el mejor plan para todos los madridistas. Contra el Fuenlabrada, la afición merengue, tremendamente ilusionada por la posibilidad de que su equipo igualará otro récord más, volvió a poblar el Palacio a pesar de lo inerte que pudiera parecer el conjunto fuenlabreño.
Panko comienza su recital particular
Entretenido e igualado comenzó el choque. Los de Chus Mateo apostaron en ataque por su gran baza, Andy Panko. Mientras que los blancos, con Draper como titular, buscaban con ahínco la rápida circulación de balón de la que ha carecido en los últimos choques. El alero americano del Fuenla focalizaba los balones en la parcela ofensiva, bien posteando o bien buscando la penetración. Escudado por un Feldeine muy atinado también, mantuvieron con vida a los naranjas en el primer cuarto.
El Madrid por su parte dedicaba tiempo a los esfuerzos defensivos aunque no obtenían el resultado esperado, al contrario que en ataque. Mirotic y Llull, que llevaban unos partidos sin mostrar su mejor versión, volvieron en el momento más oportuno para sumar siete puntos cada uno en los diez primeros minutos, y así dejar al Madrid por delante en el marcador al término del primer periodo. Mención especial merece Dani Díez. El canterano volvió a disfrutar de minutos y los aprovechó con nota. Dos triples en cuatro intentos animaron a un Palacio volcado con el canterano.
La ley blanca se impone
El segundo periodo siguió la tónica del primero. Panko, Llull y Mirotic continuaban siendo los protagonistas principales en la anotación, resultando prácticamente imposibles de defender para las defensas de ambos equipos. Paunic buscaba ayudar a Panko en el aspecto anotador, pero se disfrazó de Jodie Meeks y se puso ese pesado traje de 'tirador no metedor' que ayudó al Madrid a mantener la ventaja sin grandes complicaciones.
El cuarto pasaba de manera plácida hasta que cerca del ecuador todo dio un giro. Felipe Reyes caía mal al intentar capturar un rebote en ataque y se llevó inmediatamente la mano al tobillo. En el Palacio se hizo el silencio hasta que el capitán se levantó y una vez ya en el banquillo, las carcajadas de un Rudy sentado al lado del cordobés, quitaban peso al susto.
Poco después de dicha desafortunada acción el Madrid intensificó su defensa, a excepción de Panko que continuaba con su recital igualando al descanso los 16 puntos que promedia al término de los partidos. Un gran robo de Sergio Rodríguez acababa con Cabezas en el suelo y Mejri machacando de espaldas al aro. Las airadas protestas de Cabezas por dicha acción le costaron una técnica que iba a incrementar la ventaja merengu hasta los 12 puntos, marchándose finalmente al descanso con un plácido, pero no definitivo, 51-42 a su favor.
15ª victoria consecutiva y récord
El paso por vestuarios le vino de perlas a los de Laso que salieron como una auténtica apisonadora para sorpresa de los de Chus Mateo. Para que variar el guion pensaría Laso, si con aumentar un punto la intensidad el partido era blanco, y así sucedió. Los mismos protagonistas que la primera parte llevaron al Madrid en volandas lo iban a hacer en la segunda. Llull y Mirotic seguían anotando y jugando con facilidad y si a eso le sumamos las ganas y tino que Díez aportaba desde el perímetro, era esperado que los 20 puntos de ventaja se afianzaran en el marcador, por mucho que Panko se opusiera a ello.
El último periodo sirvió para refrendar el poderío merengue ante un ya alicaído Fuenlabrada, que aún así se mostró activo hasta el final. 96-81 marcó el luminoso al término del partido y que supone la 15ª victoria consecutiva del conjunto blanco en la Liga Endesa. igualando así la marca que ostentaba hasta el día de hoy el Madrid de Lolo Saínz. Imparable empieza a ser el adjetivo que retumba por las gradas de un Palacio más que satisfecho con la labor de su equipo día tras día.