Un triunfo de equipo
Suma y sigue. El Real Madrid venció al Galatasaray (89-84) para estrenar de la mejor forma posible el nuevo año ante su público. A pesar del mal partido de Rudy, Mirotic y Bourousis, la aportación de secundarios como Darden y Slaughter permitió a los blancos llevarse el triunfo ante un conjunto turco que tendrá mucho que decir en este Top 16.
Casi dos semanas después del último partido en casa, el Palacio de los Deportes volvió a vestir sus mejores galas en el primer partido como local de los blancos en el recién estrenado 2014. El conjunto madridista comenzó el encuentro muy enchufado en defensa, con dos tapones de Bourousis en menos de cinco minutos. Tal era la intensidad de los blancos, que Pablo Laso se vió obligado a cambiar a Mirotic cuando el montenegrino cometió su segunda personal en los primeros minutos del choque.
Una vez cerrado el aro propio, los merengues comenzaron castigando sin piedad el de los turcos. Primero con Bourousis y después con Llull, los blancos lograban ventajas que oscilaban entre los seis y ocho puntos. Sin embargo, un gran final de cuarto del Galatasaray permitió a los de Antaman reducir las diferencias y marcharse al final de los primeros diez minutos sólo un punto por debajo (20-19).
Tiro y afloja constante
El segundo cuarto comenzó con el campeón turco golpeando primero y poniéndose por delante en el marcador. Los de Pablo Laso eran incapaces de frenar el pick&roll de los visitantes, que hacían mucho daño a base de bloqueos y del juego de sus hombres interiores. Sin embargo, con la entrada en escena de Carroll y Sergio Rodríguez, los blancos se fueron distanciando poco a poco en el marcador.
Dos triples prácticamente consecutivos del '20' blanco, que parece haber olvidado sus problemas físicos, y la dirección en el juego del canario, autor de nueve puntos en el segundo periodo, le devolvió de nuevo la ventaja a los blancos, que hasta la mitad del segundo cuarto no encontraban la constancia en el juego para despegarse definitivamente de un conjunto turco que demostraba que su gran primera fase de la Euroliga no era simple casualidad.
Darden se convierte en Rudy
El americano lleva varios partidos rindiendo a un gran nivel, y ante el Galatasaray se convirtió en uno de los jugadores más destacados de los primeros 20 minutos. Con 7 puntos y 7 rebotes, el '21' blanco fue uno de los jugadores más destacados de la primera mitad, supliendo a un Rudy que no era capaz de encontrar su juego tras sus últimas grandes actuaciones. Además de su acierto en el tiro, su gran trabajo en defensa fue una de las claves para que los blancos se marchasen al descanso con una ventaja superior a los diez puntos (45-33).
Tras el descanso, el Galatasaray salió mucho más enchufado que los blancos y con un 0-8 lograron reducir la diferencia hasta los tres puntos, momento en el que Pablo Laso cambió a la dupla Mirotic-Bourousis por la de Reyes-Slaughter. Con el capitán y el americano en pista, unida a la presencia de Draper, la intensidad defensiva de los blancos creció y en menos de tres minutos volvieron a distanciarse en el marcador.
Sergio Rodríguez en estado puro
Si el segundo cuarto del canario fue brillante, su final de tercer cuarto demostró que ahora mismo hay pocos jugadores a su nivel. A base de controlar el ritmo de partido, pases imposibles y un alley con Slaughter que hizo levantar al público de sus asientos, los blancos lograron distanciarse en el marcador hasta los 14 puntos gracias a un triple a tabla de Sergio Rodríguez en el último segundo del cuarto (66-52).
Los últimos diez minutos prometían ser tranquilos para los blancos, pero a base de triples, el Galatasaray se fue acercando poco a poco en el marcador. Akyol, Macvan y en especial Erceg fueron los hombres que lideraron el ataque turco hasta situarse a cuatro puntos a falta de cinco minutos. A pesar de desperdiciar 14 puntos de ventaja, a los blancos no les tembló en ningún momento el pulso y sumaron un nuevo triunfo (89-84), el 28 de forma consecutiva y el primero del 2014 ante un público que cada partido disfruta de un equipo llamado a hacer historia.