El circo de las manos continúa

El derbi, manchado por la polémica
07.03.2021 22:24 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
Derbi Atlético-Real Madrid
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Derbi Atlético-Real Madrid
© foto de J.M.Colomo

Que el arribo del VAR no iba a extinguir la bronca lo sabíamos de sobra. Fundamentalmente porque no interesa acabar con los corrillos, los chascarrillos de barra de bar y los postreros ríos de tinta en los periódicos. Y mientras no haya consecuencias, los culpables sigan impunes y no haya transparencia, todo seguirá igual. El fútbol va a ciegas y hoy, lamentablemente, se ha vuelto a poner de manifiesto.

Al borde del descanso del derbi madrileño y con el Real Madrid uno abajo, Felipe ha tocado el balón con la mano claramente. Una pelota que tenía el nombre de Casemiro, que esperaba detrás completamente solo y que ha terminado siendo fundamental otra vez. Que la jugada sea interpretable y que ni siquiera los encargados de la sala del videoarbitraje tengan la potestad para juzgarlo directamente llamando a filas al árbitro principal tiene un pase, pero no que después de varias tomas claras en las que Hernández Hernández ha rumiado la jugada, la sentencia final haya sido indulto. Me pregunto qué ha visto. Claramente mano como todo telespectador, lo que me lleva a ir más allá: qué dice el reglamento para que un cuero que impacta claramente en un brazo separado y con movimiento voluntario del jugador para desviar la trayectoria, no sea pena máxima. Los que denuncian que el colegiado canario es reincidente tienen toda la razón, porque curiosamente no es la primera ni la segunda vez que el trencilla se ve envuelto en alguna polémica relacionada con el Real. No soy amante del dedo acusador, pero a las cosas por su nombre. Con 1-1 y toda la segunda parte por delante, es posible que ahora estaríamos hablando de otra película.

Además, la norma sigue sin estar clara y lo de menos es el color. También hubo una mano clara de Ramos en Eibar a orillas de Navidad que no se señaló. Lo que no hay es un ápice de seriedad, y es vergonzoso que en el fútbol de élite un campeonato de liga se pueda decantar por una jugada como esta. Aún así, no habría norma que justificase que una acción así no va al punto fatídico. Los árbitros siguen decidiendo partidos a su antojo con el beneplácito de mandatarios inútiles y aquí no pasa nada.