La unidad B no aprueba el primer examen del curso
Zinedine Zidane acabó muy enfadado el partido ante el Cádiz. Tal y como dijo en rueda de prensa, los gaditanos pudieron meter tres o cuatro goles en una de las peores primeras partes en los últimos 20 años. El francés no es amigo de señalar a ninguno de sus jugadores públicamente, pero cuatro de los 11 futbolistas fueron los protagonistas, y no precisamente por su buena actitud sobre el terreno de juego. Uno de ellos es Marcelo. El brasileño no está para jugar en el Real Madrid. Su rendimiento desde hace, al menos, tres temporadas, deja mucho que desear. Si está en el equipo es porque el técnico galo sigue confiando en él.
En la otra banda estuvo Nacho, que ha pasado de cumplir a no hacerlo en apenas dos temporadas. Su protagonismo en el equipo parecía ir en aumento a medida que avanzaban las temporadas, pero con la llegada de Militao sufrió un bajón enorme en su rendimiento. Su futuro no estaba claro ya que tanto AC Milan como Roma preguntaron por él en verano, decidió quedarse pero tendrá que mejorar si quiere tener más oportunidades.
Isco es otro de los señalados. Hace mucho tiempo que dejó de ser Isco, ese jugador que era capaz de cambiar los partidos a su antojo e independientemente del rival. Fue capaz de hacerlo en una final de Champions ante la Juventus en el famoso 4-4-2 en rombo de ZZ, pero todo parece indicar que esa versión no volverá, al menos por el momento, ya que su calidad le permitirá hacerlo.
El último de los señalados fue Lucas Vázquez. El gallego, al igual que Isco o Nacho, fue muy importante durante algunas temporadas en el conjunto blanco. Junto con Marco Asensio era el cambio típico que utilizaba el galo para defender un resultado en Champions ante grandes rivales como Bayern de Múnich o Atlético de Madrid, pero ese tiempo ya pasó.
Cuatro señalados, pero aún queda mucha temporada y todos ellos pueden revertir su situación en el equipo. El Madrid les necesita y ellos lo harán mejor.