Ganar el clásico es hoy más obligatorio que nunca

Toca darle las gracias al Inter de Milán por el capote que han echado al Real Madrid. Como mínimo ya era un favorazo el llevar hasta la prórroga al Fútbol Club Barcelona y que sus jugadores notaran este domingo el cansancio extra en las piernas. También es un arma de doble filo, ya sabemos cómo va esto. Si la palman, ya tienen excusa. Igualmente esa pesadez de haber disputado 30 minutos más de la cuenta tiene que pesar. Por no hablar de los 90 minutos de por sí del propio partido y el viaje a Milán. Mientras, el Real Madrid ha tenido el tiempo para preparar el clásico. 

Por eso es más obligatorio que nunca llevarse el gato al agua en Montjuic este domingo. Ganar es una obligación. Hoy, más que ayer. Porque está todo de cara para que haya una mínima ventaja para usarla a favor. El Real Madrid ha podido elaborar su estrategia con entrenamiento y descanso. Ahora, el Barça está hundido porque se vieron realmente cerca de una final de Champions, algo que no disfrutan desde hace tantos y tantos años. Más aún porque, después de tanto sufrimiento en la competición en los últimos años, los culés veían resurgir a su equipo de las cenizas. Ahora pueden pasar del triplete a quedarse sin Champions... y sin Liga. Ojito. 

Y cómo cambiaría la papeleta ganando las cuatro jornadas de Liga que quedan. Se alcanzarían los 87 puntos y, como mínimo, el equipo se quedaría a un punto del Barcelona y podría decir que perdió la Liga por apenas un punto de distancia, y tras haber ganado el último clásico en casa del eterno rival. 

Qué decir lo que representaría para Ancelotti, que tiene la oportunidad de callar muchas bocas y marcharse del Real Madrid por todo lo alto dándole la vuelta a LaLiga. O para jugadores como Rodrygo, que deben dar un puñetazo encima de la mesa y mostrar su cara más competitiva. Tirar de orgullo para asaltar Montjuic. Que comience el juego.