FINAL | Real Madrid 79-67 Coviran Granada: los blancos no fallan y certifican el final andaluz en la élite

¡Final en el Movistar Arena! En un fin de semana de Final Four de Euroliga, de despedidas en la sección de fútbol y tras una victoria apretada contra Manresa, el Real Madrid de baloncesto volvió al Palacio para enfrentarse a un Coviran Granada que se jugaba la vida, porque incluso ganando podía perder la categoría.
El Real Madrid arrancó el partido con un parcial de 7-0 en un Palacio frío en ambiente, pese a la temperatura veraniega del exterior. El Coviran Granada, atenazado por la tensión de jugarse la permanencia, acumuló pérdidas y fallos que le hicieron tardar hasta cinco minutos en inaugurar su casillero. Aun así, los blancos, sin nada en juego más allá del orgullo, no lograron abrir una brecha importante de inicio. Pero la historia cambió en los minutos finales del cuarto, cuando el ‘Facu’ comenzó a repartir juego con su habitual clarividencia y Hezonja afinó la puntería para estirar una ventaja que fue mermando el ánimo granadino.
El ritmo del partido creció con la entrada de Llull, que aportó una energía desbordante e hizo volar a Hugo González en un alley-oop que levantó al Palacio. El Madrid, con la vista puesta en los inminentes Playoffs, subió líneas y aumentó la intensidad defensiva, dejando sin ideas a un Granada que seguía sin encontrar el aro. Además, el banquillo madridista funcionó muy bien, al contrario que el andaluz. Por ello, la ventaja blanca se disparó hasta doblar en el marcador a los granadinos, a quienes la categoría comenzaba a escapárseles entre los dedos. Sin embargo, Pablo Pin agitó el partido con una defensa en zona que atascó el ataque blanco y permitió a los suyos morder más arriba, presionar líneas de pase y forzar errores. Granada aprovechó ese empuje para recortar desde el rebote ofensivo y las segundas jugadas, pero un último minuto con varios fallos les costó cerrar del todo la reacción. El Madrid se fue al descanso con +9 y el control del partido en su mano.
Tras el descanso, Granada volvió al parqué con la urgencia de quien se juega la vida. La intensidad defensiva subió un peldaño y los andaluces comenzaron a mostrar un plan más definido en ataque, con Amine Noua tirando del carro en cada jugada trenzada. El Madrid, algo más espeso, encontró oxígeno gracias a los destellos de Campazzo y Hezonja, que supieron leer las grietas en la zaga rival. Pero el ritmo se volvió más lento, más denso, y en ese barro supo moverse bien el conjunto nazarí, que sobrevivía a base de esfuerzo, presión y un baloncesto práctico, agarrándose al partido como quien se agarra a una tabla en mar abierto.
Con solo siete puntos de desventaja, Granada entró al cuarto definitivo en modo supervivencia, aferrándose a cada ataque como si fuera el último. Pero el Madrid, aunque con la marcha bajada, tuvo recursos de sobra para romper el guion cuando lo necesitaba. Bastó con leves ajustes en intensidad para volver a estirar la renta. Y así fue. Hugo González, brillante en este tramo final, castigó sin piedad la defensa en zona de los visitantes desde el perímetro, enterrando las esperanzas granadinas con cada triple. Hezonja también puso su sello final, apagando cualquier conato de un milagro que no llegó para los andaluces y que lleva a Granada a Primera FEB.
El próximo partido del Real Madrid de baloncesto será el próximo viernes 30 de mayo ante el Casademont Zaragoza, a las 21:00 horas, en Liga Endesa.

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