Duelo inédito entre enemigos íntimos
Tercer partido del Top 16 para el Real Madrid, que se verá las caras contra una de las revelaciones de la temporada, el Bayern de Múnich.Muchos millones ha decidido invertir el conjunto alemán en su sección de baloncesto y los resultados han llegado antes de lo esperado.
De más a mejor
Los bávaros se plantaban en el Top 16 tras realizar una más que respetable fase de grupos, en la que se enfrentaron a ilustres rivales como Montepaschi, Olympiacos, Unicaja y Galatasaray. Su nivel fue más que constante en todos y cada uno de los partidos dejando para la memoria de todos los aficionados la ajustadísima derrota contra el Olympiacos en Alemania.
Delaney, Thompson y Schaffartzik son los grandes peligros a día de hoy del conjunto dirigido por Pesic. Entre los tres suman más de 35 puntos de media por partido con buenos porcentajes en tiros de 2, aunque con la opción de mejorar desde el perímetro.
Ahora bien, el Bayern ha pegado un bajón de cara al aro esta fase, aun habiendo ganado los dos primeros encuentros. Han pasado de anotar 82 puntos a 77 de media. Esos cinco puntos pueden llegar a sonar a poco, pero son vitales cuando te enfrentas a rivales de la talla del Real Madrid, contra el que los puntos son más necesarios que nunca.
Los blancos por su parte mantienen el casillero de derrotas a cero y en su mira ya figuran las 17 consecutivas que logró el CSKA. Todo hace indicar que el récord llegará, pero para ello deberán superar con nota la costosa cuesta de enero.
Mirotic y Llull por fin parecen haber despertado del liviano sueño en el que se habían fundido partidos atrás y serán vitales en sus duelos individuales frente a Schaffartzik y Delaney respectivamente.
Es difícil hablar de un único nombre del mejor equipo de Europa, pero es inevitable decir que Rudy deberá demostrar que su actuación contra el Galatasaray fue algo así como un oasis en el desierto. El mallorquín necesita, tras descansar contra el Fuenlabrada, de su mejor versión para mantenerse como principal candidato a MVP de la Euroliga, y así dar razones de peso a aquellos que le consideran el jugador más detestado de Europa -tal y como fue designado por una revista francesa-.