Llull mete miedo a la Fonteta

Sus últimas actuaciones allí siguen aún en la memoria de la afición taronja y es que los dos buzzer beater que el de Mahón se marcó en sus dos últimas apariciones allí aún duelen. El primero, en la prórroga de las semis de los playoff de la campaña pasada. El segundo, esta misma campaña, en fase regular, y desde su propio campo. El efecto Llull atemoriza a la Fonteta.

 

Si hay un enemigo público número uno en Valencia es Sergio Llull. Y no por malos gestos a la grada o mal comportamiento dentro de la cancha, si no por su increíble talento y, sobre todo, por su don de la oportunidad a la hora de anotar triples decisivos en los últimos instantes, o como él mismo denomina este tipo de canastas, sus famosas mandarinas.

Y es que la afición taronja guarda muy mal recuerdo de las dos últimas actuaciones del de Mahón en La Fonteta. La más lejana, en semifinales de ACB del año pasado, cuando Sergio Llull anotaba un triple en los últimos instantes de la prórroga que daba la victoria a los blancos que ponían la eliminatoria a su favor por dos victorias a una. 

La segunda, el canastón más cercano, esta misma temporada, en el choque de fase regular de la Liga Endesa en la Fonteta. Una entrada de Antoine Diot ponía a Valencia Basket dos arriba a falta de 1'3 segundos y cuando la afición local ya celebraba la gran victoria ante los de Pablo Laso, Llull cogía el balón y anotaba un triple desde su propio campo que daba una agónica victoria a los madridistas y dejaba para el recuerdo una de las mejores canastas de la historia de la ACB.

El Madrid tendrá el martes la primera oportunidad de cerrar la eliminatoria y plantarse en la gran final y para ello, el factor Llull será muy importante. El de Mahón se siente cómodo jugando en la Fonteta y tanto la plantilla taronja como el público local lo saben.Y lo temen.