Por muchos partidos más
Sentido triunfo del Real Madrid ante el Bilbao Basket (73-87) en un partido en que la situación que vive la plantilla bilbaína quedó en un segundo plano para vivir un buen espectáculo. La mejoría en el rebote de los blancos unida a la lucidez que aporta Sergio Rodríguez acabó por romper el choque en los últimos cinco minutos.[Narración y comentarios en directo]
Con la mente pues en la pátetica situación que están viviendo los jugadores del Bilbao Basket entraron ambos conjuntos a la cancha. Muy desatinado el equipo de Rafa Pueyo en el tiro de dos sumaba puntos unicamente desde el perímetro pero a su vez forzaba el rebote ofensivo de maravilla ante la desesperación de Laso. El Madrid, por su parte, no encontraba el juego en estático y se valía del buen hacer de LLull y de un Rudy que recibió por todas partes.
De menos a más
Sin embargo el equipo de Pueyo empezó a germinar grandes ataques con el poste bajo como protagonista. Mumbrú y Gabriel hacían suya la zona madridista y ponían al equipo bilbaíno por delante en el luminoso. En ese momento fue cuando Laso pidió un tiempo muerto que fue un auténtico clínic.
"¿Creeís que no van a jugar?. Salah, da igual que midas 2,20 o 2,60, si dejas dar a Germán 3 botes es el mejor del mundo". Sólo con apenas dos frases e introduciendo a Draper, Díez y Felipe, el Madrid cambió su rostro. Logró un más siete antes del descanso gracias a esa intensidad defensiva de los ya mencionados y a la magia siempre imprescindible de Sergio Rodríguez.
El paso por vestuarios vino muy bien al conjunto blanco que fraguó unos primeros cinco minutos espectaculares. El equipo empezaba a rugir en ambos lado de la cancha, pero el orgullo de 'los hombres de negro' no podía quedar en entredicho y menos en un día tan importante para ellos como el de hoy. De la mano de Mumbrú y de Bertans los bilbaínos volvían a reengancharse en el luminoso y se situaban a cinco puntos de los blancos a falta de un último cuarto en el que iban a saltar chispas.
Gestos de apoyo de la plantilla blanca
El Madrid iba a intensificar su defensa para ponerla a la altura del conjunto bilbaíno. Rudy, Felipe y Sergio Rodríguez marcaban la diferencia una y otra vez y tan sólo Markotal y Mumbrú respondían al efectivo juego del trío merengue evitando que los blancos superaran los diez puntos de ventaja en el marcador. Pero iba a ser algo inevitable finalmente. Un triple de Draper tras tres pérdidas consecutivas del Bilbao Basket ponía al Madrid 12 arriba a falta de 5 minutos para el final.
El último tramo del choque quedó para la emotividad. Los jugadores blancos muy arraigados a la causa del Bilbao Basket se resignaron a atacar en las últimas posesiones para acabar fundidos en un abrazo con los jugadores de Pueyo al término del mismo. Por si no era suficientemente especial ver a Miribilla ovacionando a un equipo roto por la situación económica del equipo, el Madrid dedicó un gesto señorial a la plantilla bilbaína realizando un pasillo de apoyo a los Hervelle, Mumbrú y compañía.
Triunfo especial del Madrid por lo vivido durante el choque y que debe ser un mensaje directo a los mandatarios de los equipos que sufren mala gestión.