Supercampeón contra viento y marea
Enorme victoria del Real Madrid (79-83) ante un FC Barcelona que se mantuvo en el choque gracias al riguroso criterio que tuvieron los colegiados. Bourousis confirmó la llegada de un poste de garantías al conjunto blanco.
Aunque por el ambiente vivido en el Fernando Buesa Arena pareciera un partido de pretemporada, en la cancha, Madrid y Barça comenzaron con una gran intensidad y desplegando un gran baloncesto. El conjunto blanco comenzó metiendo balones al poste, primero a Mirotic y luego a Darden, que sacaron provecho de la técnica y del físico sobre sus marcadores. El Barcelona respondía con balones a Tomic dentro bajo la batuta de un más que efectivo Marcelinho.
En el ecuador del primer periodo el conjunto blanco se mostraba muy acertado desde el perímetro, continuando la estela de las semifinales. Rudy desenfundaba nuevamente su fusil desde los 6'75 para acallar los pitos de la afición vasca al Real Madrid, silbidos que sólo se incrementaban cuando Lampe entraba en pista. Darden y Mirotic continuaban haciendo daño al juego interior del Barça, que sólo respondía en el aro rival cuando Huertas sacaba la varita, y que llevó al Madrid a marcharse 29-21 al término del primer periodo.
Pero el segundo periodo dio un giro completamente inesperado. Sada y Carroll se enzarzaban en la banda tras un empujón del blaugrana al escolta blanco. Carroll se levantó y se encaró con Sada, que se desplomó haciendo un teatro similar al que habitúa a realizar la sección de fútbol. Los colegiados entonces decidían señalar dos antideportivas a Carroll y una técnica a Sada por fingir, por lo que el escolta blanco tenía que abandonar el parqué ante el asombro y desesperación del banquillo merengue. Esos momentos de desconcierto hicieron que el Barça lograra ponerse a tres puntos de distancia a falta de cinco minutos para el descanso. Fue entonces cuando decidió ponerse el mono de trabajo un Sergio Rodríguez que supo manejar los nervios del Madrid e impidió que los de Xavi Pascual llegaran por encima del Madrid al descanso.
Bourousis tranquiliza al Madrid
El paso por vestuarios vino bien a un Real Madrid que volvió a mandar en el marcador gracias a un Bourousis espectacular, que tanto en la zona propia como en la rival mostraba su mejor versión. Pero la polémica arbitral volvió a aparecer. Los colegiados señalaban una falta inexistente de Rudy a Lampe, que suponía la cuarta del mallorquín. La incredulidad del alero blanco fue tal que al irse al banquillo golpeó la publicidad recibiendo una técnica que fue señalada al banquillo, no al jugador. Nuevamente esto dio vida a un Barça fatigado que agradecía enormemente el ir a la línea de tiros de libres.
Pero Bourousis, como los antiguos dioses griegos, alzó de nuevo la voz y devolvió los cinco puntos de ventaja que los blancos habían perdido tras la técnica señalada. De esta manera se llegó al último periodo, con el Madrid mandando en el marcador y demostrando un carácter tremendo que se vio reflejado anotando dos bandejas consecutivas que le llevaron a los nueve de ventaja.
El Barça en cambio continuaba forjando su juego entre Marcelinho y Tomic, que estaban haciendo diabluras en la zona merengue, y comenzó el intercambio de canastas. Rudy, Chacho, Huertas y Tomic se echaban el choque a la espalda, pero también aparecían otros nombres como Bourousis, Mirotic o Papanikolau para que el partido llegara igualado a falta de un minuto para el final. Ahí fue cuando el hombre del partido apareció. Un tapón de Bourousis a falta de 40 segundos para el final fue esencial para que el conjunto de Laso se proclamara campeón de la Supercopa haciéndolo como un verdadero equipo.