Lovren, Van Dijk, Klopp y el Liverpool: ya es hora de pasar página

Empieza a resultar monótono, cansino y hastioso cada vez que algunos integrantes del Liverpool tienen la oportunidad de despotricar al apuntarles un micrófono, o incluso a través de sus propias redes sociales. Sobre todo Dejan Lovren, quien no desaprovecha cada oportunidad para lanzar una misiva firmada a Sergio Ramos. El último en echar más leña al fuego ha sido su homólogo tulipán Virgil Van Dijk, quien ha opinado que el camero "no es el mejor central del mundo", además de volver a redundar en qué hubiera pasado en aquella final si Salah no hubiese tenido que retirarse antes de tiempo. La visión subjetiva sobre quién es el mejor es totalmente respetable. Sin embargo, la constante alusión a la final de Kiev, como en otras ocasiones ha apuntado su entrenador Jürgen Klopp, adquiere tintes cuanto menos de obsesión.

En los últimos meses se ha faltado constantemente al respeto a Ramos, con todo tipo de insinuaciones. Sin una argumentación verídica y apoyada en datos objetivos, se ha llegado a afirmar sin consideración alguna y en múltiples ocasiones que el zaguero blanco lesionó a propósito al atacante egipcio. Sin nadie que haya sido capaz de poner freno a esta irreverente corriente, el mensaje se ha instalado en el imaginario colectivo. 

Como diría un refrán popular, "en la vida se encuentran soluciones o excusas", y en este caso, quienes hincaron la rodilla en Kiev tratan de justificarse con qué hubiera ocurrido en una final paralela que, según sus letanías, un jugador rival impidió. La parte teñida de rojo del histórico condado de Merseyside continúa anclada en el pasado 26 de mayo, en Ucrania. Ya es hora de pasar página, amigos.