La rendición de Hazard

Puede que sea su peor momento como futbolista no lo vamos a negar. Juega poco, cuando lo hace no marca las diferencias y ni él mismo sabe explicar porqué. Lesiones, falta de ritmo, pandemia... "Durante diez años en el Chelsea jugué 500 partidos sin lesiones ni nada, y luego en dos años todas estas lesiones... Es algo que no puedo explicar. ¿Por qué? Puf", dice cuando se sincera el futbolista.

UN MUNDIAL INMERECIDO

Son muchos los factores que han influido en una bajada de rendimiento considerable. Pero lo cierto es que Eden Hazard nada se le parece al futbolista que deslumbró al mundo entero en el Chelsea. El de Qatar será su tercer Mundial y no lo merece. Sin embargo, la forma de trabajar de Roberto Martínez y, por supuesto, la confianza depositada en el 10, han permitido que le guarden sitio para Qatar.

Los optimistas pensarán que puede ser el Mundial la última bala para volver confiar en el belga. Un tren de regreso al primer escalón mundial. Sin duda, para Bélgica sea quizás el último Mundial para una generación de Oro. Mucho tendrían que cambiar las cosas para que su historia continúe ligada a Concha Espina. Hazard aceptará si el Real Madrid le pide poner punto y final a la aventura que les une. Sabe que su matrimonio con el club blanco está más cerca del divorcio que de otra cosa. Con un papel casi residual se ha convertido en uno de los jugadores que menos ha utilizado Ancelotti en este primer tramo de temporada. El dato es demoledor: 70 minutos en los últimos 15 partidos de blanco. No juega en Liga desde el 15 de septiembre. 

SIN LESIONES, ES UNA CUESTIÓN DE COMPETENCIA INTERNA

Hace tiempo que no hay lesión ni molestias. Es una cuestión de competencia interna. Los hay mejores y Ancelotti lo sabe. No opina igual Roberto Martínez. Rescatado del naufragio, Qatar es una oportunidad que no merece, pero es la última que se le concede. "No me volví inútil en los últimos dos o tres años. Tengo deseos de jugar. Este deseo me da fuerza porque hace mucho tiempo que no juego. Así que estoy aún más ansioso que antes por demostrar que todavía puedo jugar al fútbol", dice el futbolista.

El Mundial puede devolvernos a un nuevo Hazard. Eso o la rendición definitiva. No nos vamos a engañar.